
Amor verdadero
True Love
Annabella Sciorra, Ron Eldard, Aida Turturro
- 100 min.
Gañadora do Gran Premio do Xurado de Sundance en 1989 e precursora do movemento indie dos 90, True Love, de Nancy Savoca, é unha obra fundamental do cine italoamericano. A película, unha mirada humorística e inquebrantable á realidade do amor e do matrimonio, segue a Michael (Ron Eldard, Black Hawk derribado) e Donna (Annabella Sciorra, Los Soprano), unha parella nova que prepara a súa voda nun enclave italiano do Bronx. A través de reveladores momentos en bares de mala morte, pizzerías e salóns, a película ofrece unha sutil meditación sobre o matrimonio nun mundo fortemente marcado polas normas de xénero.
- Ano:1989
- Países de produción: Estados Unidos
- Guión: Richard Guay, Nancy Savoca
- Fotografía: Lisa Rinzler
- Montaxe: John Tintori
- Produtora(s): J&M Entertainment
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Entrevista Nancy Savoca
Irene Castro, Noah Benalal (Caimán. Cuadernos de cine)
Trailer
VO
Ser una persona en este mundo raro
Noah Benalal
Protagonizada por una brillante Annabella Sciorra –que debutaba en esta cinta, igual que su coprotagonista Ron Eldard–, la película ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance el mismo año en que el público premió Sexo, mentiras y cintas de vídeo, de Steven Soderbergh. Este momento está ampliamente considerado como el punto de inflexión que marcaría la dirección del cine norteamericano en la siguiente década: aunque siempre se habían realizado películas en el margen, este fue el evento que convenció a los estudios de que las cintas autorales con presupuestos modestos eran perfectamente comercializables y lucrativas, y sentó las bases de lo que estaba por venir.
Ahora bien, True Love no tenía detrás el inmenso aparato de marketing de la Miramax de Harvey Weinstein, como sí lo tuvo Sexo, mentiras y cintas de vídeo. De hecho, el rechazo de Savoca a la petición de su distribuidora de cambiar el final por un “final feliz” provocó que la película –que también obtuvo el Premio San Sebastián en la 38ª edición del SSIFF– no tuviera el estreno masivo que su éxito en festivales debería haberle granjeado. Quizás por eso la película ha desaparecido del relato pese a que, cuando Savoca no pudo asistir a Sundance a recoger su premio –porque se encontraba dando a luz a su primer hijo–, recibió flores de todas las productoras y las grandes agencias de Hollywood que no habían apostado por su película, y ahora se interesaban por un modelo de historia (modesta, con voz propia) que intentarían encontrar y replicar durante una década.
La era de oro del cine independiente que estas películas inauguraban, tan aplaudida por su calidad artística, se ha revelado en los últimos años, también, como un hatajo de sombras: el acoso sexual, la violencia institucional y las prácticas intolerables que muchas actrices, directoras y trabajadoras del sector tuvieron que sobrevivir durante años han salido a la luz. Es de celebrar que salgan del oscurantismo, también, sus obras olvidadas. En particular, es un placer presentar el trabajo de una cineasta como Savoca, que desde bien pronto exhibió una mirada propia, auténtica y humana sobre el mundo. Lejos de cualquier maniqueísmo y programa cerrado, su cine es pura exploración: del género, sí, y de la tradición, la familia, la crueldad, los deseos y los miedos. Cada una es un ensayo sobre lo que significa ser una persona en este mundo raro, y cada proyección es la oportunidad de descubrir algo nuevo sobre nosotras mismas y nuestra experiencia en comunidad.
No texto de introdución do ciclo ‘Nancy Savoca. Si las paredes hablasen’ (programado pola asinante –colectivo Roedor–, proxectado en Filmoteca Española en outubro-novembro de 2024).