La Gorgona
The Gorgon
Peter Cushing, Christopher Lee, Richard Pasco, Barbara Shelley, Michael Goodliffe
- 83 min.
A mitoloxía helena fala de tres gorgonas (Medusa é a máis famosa delas) que convertían os homes en pedra cando estes contemplaban o seu rostro. Nalgures en Centroeuropa, no lugar ficticio de Vandorf, unha delas mora nun castelo. Asasina en lúa chea. As autoridades locais tapan estes crimes de maneira inexplicable, fabrican probas falsas para ditar vereditos no seu propio interese. A que teñen medo? Que agochan? Cando o profesor Jules Heitz acode á localidade para asistir ao xuízo do seu fillo morto, ao que cargan cun dos asasinatos, tentará limpar o seu nome, expoñendo a rede de complicidades e a lei do silencio que reina na vila.
Como ocorre a miúdo na obra de Fisher, fe e ciencia equipáranse e contrapóñense; desvélanse como estruturas organizativas e de pensamento que poden, abofé, petrificar o individuo e a sociedade. O personaxe de Christopher Lee, que acode en auxilio da familia Heitz para resolver os crimes, nin cre nin deixa de crer e é quizais o único da trama non atado a dogmas de ningunha clase e, por tanto, resolve un relato cativo ata o final.
- Ano:1964
- Países de produción: Reino Unido
- Guión: John Gilling (Historia: J. Llewellyn Devine)
- Fotografía: Michael Reed
- Montaxe: Eric Boyd-Perkins
- Produtora(s): Hammer Productions
Crítica do filme
Carlos Losilla (en Dirigido por, especial Hammer, abril 2004)
Al igual que The Devil Rides Out, con la que comparte a un estrafalario Christopher Lee en dos de sus composiciones más inusitadas, The Gorgon es una película sobre el modo en que nos enfrentamos a los misterios de la existencia y los denodados esfuerzos que realizamos ya no sólo para interpretarlos, sino incluso para manipularlos según nuestros intereses. En el epicentro del relato se encuentra la monstruosidad del título, una de las tres gorgonas de la mitología griega, transplantada al este de la Europa del siglo XX e inquilina de un misterioso castillo. (...) La polifonía de microrrelatos que componen la película supone, igualmente, un desalentador catálogo de la miseria humana.
(...) ¿Del lado de quién se pone Fisher, entonces? Al igual que la gorgona se va mostrando a la mirada del espectador de manera semioculta o fragmentaria hasta su aparición final, de nuevo el personaje de Lee, como ocurre en The Devil Rides Out, interviene decididamente, aunque aquí de manera progresiva, en el devenir de la trama y en su resolución. «Ahora es libre», dice al final refiriéndose a la gorgona. Y eso es algo que puede aplicarse también al relato, por fin enfrentado cara a cara con un espectador que ya no teme convertirse en piedra al mirarlo.
(...) En The Gorgon, si el mal no existiera, habría que inventarlo, como hace el personaje de Christopher Lee en The Devil Rides Out, hasta el punto de sancionar su estatuto de realidad. Pues el mal entendido como misterio irresoluble permite el mantenimiento del statu quo sociopolítico, la pervivencia de una determinada concepción de la realidad. Por eso los poderes fácticos del puebio no pueden entender por qué un simple fantasma está provocando todo aquel revuelo. En otras palabras, si Dios ha muerto, ¿qué nos impide inventar falsos dioses que, desde su lejano castillo-olimpo, sigan dictando sus propias leyes?