Bajo los techos de París

O escritor Anxel Fole era coñecido pola súa cinefilia, visible na súa narrativa e patente na súa obra xornalística. Entre os seus filmes favoritos figura, se cadra en primeiro lugar, Sous les toits de Paris, de René Clair, película que agora programamos en memoria do escritor.

«... En 1930 se proyecta su película Bajo los techos de París. Un éxito universal. Se estrenó en Madrid en unos días y noches de calor agobiante, en el cine del Palacio de la Prensa, en los primeros días del mes de junio del año 1931. Las canciones de su protagonista, Albert Préjean, rodaron por todos los pueblos de España. Un París nocturno, lleno de picardías y de gracia. El nombre del director en rótulos luminosos. En tal cine vimos la película en tan ardorosos días. Y la volvimos a ver en Lugo, al siguiente año, con el estreno del cine sonoro en el teatro del Círculo de las Artes. Pero, por desgracia, aún no existía el doblaje. Y las chicas del servicio doméstico tenían que limitarse a canturrearla. La canto ahora, en voz baja, en homenaje al gran director fallecido, como la cantaba en aquellos días madrileños de los debates de las Cortes Constituyentes de la Il República. Y veo a don Julián Besteiro agitar la campana presidencial en el salón de sesiones del Congreso de los Diputados. La novedad del estrellato femenino era en la cinta Pola Illery. Un nombre que pasó para siempre, diluyéndose en las notas del acordeón callejero de Albert Préjean. ¿Qué sería de ese actor tan bien caracterizado de vago y canalla? (...)

«Daríamos cualquier cosa por volver a ver al filme de René Clair; sobre todo, Bajo los techos de París o iViva la libertad!. ¿Nos daría la misma impresión de gracia y encanto? Quizás... Porque, lector... Algunas veces, gracias a la tele, volvemos a ver cintas de alrededor del medio siglo. Y nos extraña mucho nuestro entusiasmo por tales películas. Las encontramos toscas, atropelladas o con una gracia ajada. Otras, en cambio, parecen haber mejorado -en nosotros- con los años. Si ahora se rodaran películas como aquellas... Pero, en su mayoría, nos decepcionan. Pocas veces sale el cine triunfante de la prueba del tiempo.

«Nuestra pintura inolvidable es la que más nos gusta; nuestros poemas más apreciados son los que más limpiamente recordamos. Por ahí anda René Clair, tan sentimental e irónico.»

Ánxel Fole, frogmento dun artigo facilitado por Claudio Rodriguez Fer, publicado en El Progreso o 28 de maio de 1981 con motivo da morte de René Clair.