La casa de la Troya
Alejandro Pérez Lugín e Manuel Noriega, 1924. 150’.
Acompañamento musical con piano a cargo de Javier Pérez de Azpeitia. Entrada gratuíta.
LA CASA DE LA TROYA (España, 1924) Dirección e guión: Alejandro Pérez Lugín e Manuel Noriega, sobre a novela homónima de Alejandro Pérez Lugín. Produción: Troya Filme e Antonio Moriyón. Fotografía: José Gaspar, Agustín Macasoli e Alberto Arroyo. Intérpretes: Carmen Viance, Pedro Elviro, Florián Rey, Juan de Orduña. Duración: 140 minutos. Ambientada no universo estudantil dun finisecular Santiago de Compostela, La casa de la Troya é a adaptación da popular (e autobiográfica) novela de Pérez Lugín publicada en 1915, axudado en 1924 na realización polo cosmopolita director e home de teatro asturiano Manuel Noriega. Convertido nun dos grandes éxitos do momento, este filme mudo de amoríos e esmorga, representa tamén un percorrido turístico por localizacións galegas (Vigo, A Coruña, Betanzos). Restaurada polo CGAI e Filmoteca Española no ano 2003. Acompañamento musical en directo a cargo do pianista Javier Pérez de Azpeitia.
Comentarios no folleto da restauración (2003):
SOBRE A PRODUCIÓN "La idea de la filmación de La casa de la Troya parece que viene de 1921. Sería dirigida por Lugín, interpretada por Rosario Calzado, para la productora catalana Studio Films. No cuajó esta tentativa, y tampoco la de dos años más tarde: el financiamiento de un consejero de un banco madrileño. Sería el empresario asturiano Antonio Moriyón quien aportaría el capital necesario para la producción, hecha a través de Troya Film -entidad generada para tal efecto- en los estudios Madrid Film, remozados por imposición del novelista, y con rodajes en diversos lugares de Galicia, sobre todo en Santiago de Compostela. Aunque ayudado por Manuel Noriega en el guión y en la dirección -el novelista escribió también los rótulos-, la tarea del rodaje, que fue acompañado de una publicidad interesada, repercutió en la salud de Lugín, no preparado para esa labor. Las 300.000 pts. invertidas superaron, con mucho, la media de los presupuestos de las producciones madrileñas, dinero que fue recuperado con su exhibición. La publicidad fue intensificada con ocasión de su estreno, primero en Madrid, luego en Galicia. Además, Lugín organizó en la capital española, días antes de su primer pase comercial, otro en un teatro para personajes de la cultura, de la economía y de la política. Los papeles principales fueron representados por Luis Peña, que procedía del teatro, como Gerardo Roquer, y por Carmen Viance como Carmiña Castro. La Viance había protagonizado Mancha que limpia (J. Buchs, 1924) y asentó con el filme de Lugín-Noriega la categoría de estrella del cinema español, caso que sucedió también con Pedro Elviro, quien consagraría su apodo de «Pitouto», explotando su vis cómica «troyana» durante varios años en España y en otros países, sobre todo en México". (José María Folgar)
SOBRE A RESTAURACIÓN "Al no conservarse el guión ni más copias no sabemos si hay secuencias o planos perdidos en este material o cambios de montaje. Comparando los fragmentos con la copia larga, podemos darnos cuenta de que ésta no se corresponde exactamente con la versión estrenada en enero de 1925. Pero es todo lo que se ha conservado y no podemos ir más lejos en la restauración que reproducir la copia larga del CGAI e incluir en ella los tres rótulos originales y el plano de marina conservados en los fragmentos de Filmoteca Española. Aunque en un principio sólo debería haber un tipo de color naranja, un azul y un amarillo, hemos optado por reproducir la copia tal y como ha llegado a nosotros con variaciones en los colores debidos a los diversos positivos Kodak, Ferrania y Agfa para dejar constancia en el futuro de cómo era ese material ya que la copia original, como todo nitrato, está condenada a la descomposición". (Luciano Berriatúa)
SOBRE A MÚSICA "En 1919 Alejandro Pérez Lugín y Manuel Linares Rivas publicaron en Editorial Pueyo La casa de la Troya, adaptación escénica en cuatro capítulos de la novela del mismo título. Incluyeron algunas piezas musicales populares gallegas para distintos momentos de la obra. Son canciones tan conocidas como ‹Airiños, airiños aires». En el acompañamiento musical de la película estas piezas también estaban presentes así como otras cuya letra se incluye en los intertítulos. En alguna ocasión encontramos en ellos hasta la partitura. En el acompañamiento original se interpretaban otras piezas populares gallegas y algunas canciones procedentes de zarzuelas muy conocidas. En las imágenes aparece una rondalla, gaitas en una romería, y en los intertítulos referencias a canciones populares como «Caballero de Gracia me llaman» de la zarzuela de Chueca «La Gran Vía», «Soy el vals elegante, la danza apasionante...» o unos cuplés cantados por un alumno en los exámenes cuya letra comienza «Hay que ver, hay que ver..." con lo que queda claro que se refiere al conocido cuplé «Hay que ver, hay que ver, las ropas que hace un siglo llevaba la mujer». Con todas estas referencias Javier Pérez de Azpeitia ha preparado un acompañamiento musical, próximo en espíritu al original perdido, para ser interpretado por una pequeña orquesta y una cantante". (Luciano Berriatúa)