La trampa: qué pasó con nuestro sueño de libertad. Episodio 3: te obligaremos a ser libre
The Trap: What Happened to our Dream of Freedom. Episode 3: We Will Force You To Be Free
- 60 minutos
La última parte de esta serie en torno al concepto de la libertad en el contexto político occidental en décadas recientes se centra en la justificación de la violencia para imponer la democracia, incluso cuando se hizo en regímenes autoritarios. Curtis pone como ejemplos los apoyos de Reagan a los Contras, que luchaban contra los sandinistas, o el apoyo estadounidense a dictadores como Augusto Pinochet y Ferdinand Marcos. También estudia cómo esa misma acción violenta para garantizar la libertad en Irakl llevó a Tony Blair a tener que enfrentarse a los peores atentados terroristas en el Reino Unido, que provocaron una merma de las libertades de los británicos por la respuesta del gobierno a los mismos.
- Ano:2007
- Países de producción: Reino Unido
- Productora(s): BBC
The Trap: What Happened to our Dream of Freedom. Episode 3: We Will Force You To Be Free
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El último programa de la serie de 2007 de Curtis se centra en los conceptos de la libertad positiva y negativa introducidos por Isaiah Berlin en los cincuenta. Curtis explica brevemente cómo la libertad negativa podría definirse como ser libre de la coerción y la positiva como la oportunidad de esforzarse para alcanzar el potencial propio. Tony Blair leyó los ensayos de Berlin sobre el tema y le escribió a finales de los noventa, argumentando que las libertades negativa y positiva podían ser compatibles. Nunca llegó a obtener respuesta, ya que Berlin se encontraba en su lecho de muerte.
El programa comienza con la descripción de los Dos conceptos de la libertad, repasando la opinión de Berlin de que, como le faltaba la coerción, la libertad negativa era la más “segura” de las dos. Curtis explica por lo tanto cómo muchos partidos políticos que buscaban su visión de la libertad acabaron usando la violencia para lograrla.
Curtis examina la agenda neoconservadora de los ochenta que argumentaba que la violencia podía a veces ser necesaria para alcanzar sus objetivos, incluso cuando propagaban lo que describían como una democracia. Curtis opina que, aunque esta versión de la sociedad hermanada con el neoconservadorismo hizo algunas concesiones libertarias, nunca ofrecieron una libertad real.
Los neoconservadores se alinearon de forma muy clara contra los sandinistas, grupo político de Nicaragua del que Reagan consideraba que aceptaban ayuda de los soviéticos y que suponían una verdadera amenaza para la seguridad en América. La verdad es que los sandinistas no representaban una amenaza militar real para los Estados Unidos y la campaña de desinformación que se montó los pintaba como herramientas de los soviéticos. Los Contras, grupo paramilitar que luchaba contra los sandinistas, estaban, según la propaganda americana, luchando valientemente contra el demonio comunista. En realidad, argumenta Curtis, usaban todo tipo de técnicas, incluyendo la tortura, la violación y el asesinato de civiles. Se conoce que los Contras usaban aviones de la CIA para transportar droga y la agencia también los ayudó a financiarse vendiendo armas ilegalmente a los iranís. Las políticas de Reagan para promover la democracia apoyaron a dictadores amigos de los Estados Unidos como Augusto Pinochet y Ferdinand Marcos a través de elecciones.
Sin embargo, esas políticas no siempre resultaron en la consecución de los objetivos neoconservadores y por momentos arrojaron genuinas sorpresas. Curtis estudia al gobierno apoyado por Occidente del Shah en Irán y cómo la mezcla de los ideales positivos y el ideario libertario de Sartre junto con la filosofía religiosa del chiismo llevó a la revolución que lo sacó del poder. Habiendo sido previamente una ideología dócil de aceptación del orden social, en la mente de revolucionarios como Ali Shariati y el ayatolá Khomeini, el islam revolucionario chii se convirtió en una significativa fuerza para tumbar a la tiranía.
El programa revisa el gobierno de Blair y su rol a la hora de conseguir la idea de una sociedad estable. Curtis argumenta que el gobierno de Blair creó lo contrario a la libertad, al poner en el centro de su agenda un tipo de libertad falta de significado. Su intervención militar en Irak había provocado acciones terroristas en Reino Unido y estos actos de terror fueron usados en contrapartida para justificar restricciones de las libertades en el país. (Free Documentary)