Su Friedrich. Lazos que unen
Del 21 de marzo de 2024 al 2 de abril de 2024
Con una clara conciencia feminista y humanista, grandes dosis de honestidad, sensibilidad y un fino sentido del humor, desde finales de los setenta hasta la actualidad la cineasta estadounidense Su Friedrich ha rodado más de veinte películas que parten de sus experiencias personales, emociones, sueños, miedos y deseos para explorar formas de autoconocimiento y conocimiento del mundo a partir de una serie de procesos íntimos —el amor, la sexualidad, la enfermedad—, familiares —la relación con su padre, la trayectoria vital de su madre— y sociales —la gentrificación, el activismo lésbico—. Cada obra supone una pieza adicional de una suerte de autorretrato ensayístico que confirma el lema «lo personal es político».
Su Friedrich nació en New Haven (Connecticut) en 1954. Estudió en la Universidad de Chicago (1971-72) y en el Oberlin College (1972-1975), donde se licenció en Arte e Historia del Arte. En 1976, tras un viaje de seis meses por el norte y el oeste de África, se mudó a Nueva York para desarrollar su trabajo como fotógrafa. Al año siguiente, asistió a un curso de cine en Super 8 en un espacio alternativo del ámbito del cine experimental, Millennium Film Workshop, que le descubriría su verdadera vocación. Del Super 8 de sus primeros cortometrajes pasó a 16 mm y, desde 2004, rueda sus películas en vídeo digital.
Escritas, filmadas, montadas y sonorizadas por ella (salvo puntualísimas excepciones) desde una gran libertad formal, que presta especial atención a la yuxtaposición de textos, sonidos e imágenes de variada procedencia, sus películas tienen la virtud de resultar accesibles y disfrutables para un amplio rango de públicos, tanto cinéfilos como generalistas, incluso los no acostumbrados al cine experimental, feminista o queer.
Sobre su relación con la primera de estas etiquetas, la cineasta ha escrito: «En la medida en que siempre me ha disgustado (y he intentado evitar) el término “cine experimental”, hoy en día pienso lo mismo del término “documental experimental”. (...) Sería mucho mejor que llamáramos documentales a nuestros trabajos y dejáramos que los tradicionalistas se retuerzan en sus butacas (o ataúdes) al ver que algo tan “experimental” se afirma simplemente como documental. ¿Por qué deben ser ellos quienes dicten cómo se documenta el mundo? ¿Por qué sus obras son “documentales” y las nuestras “documentales experimentales”? (...) Una de las lecciones que aprendí hace muchos años como joven lesbiana fue que, si hablaba de mí misma como lo otro, me tratarían como tal, mientras que si hablaba de mí como un ser humano más, me tratarían de esa manera. Creo que deberíamos vernos como documentalistas cuando documentamos el mundo real. El hecho de que seamos equipos de una sola persona, nos infiltremos en nuestras historias, compongamos de una manera no convencional y montemos para múltiples lecturas en lugar de para una narrativa lineal no significa que no estemos haciendo documentales. Dejemos que otros suden si eso les incomoda: no debemos situarnos fuera de la historia del cine documental, ya que formamos parte de ella en gran medida».
En paralelo a su labor como cineasta independiente, Su Friedrich trabajó durante años maquetando libros y revistas con herramientas analógicas. Más tarde comenzó a dar clases en diferentes centros de enseñanza de cine como The New School y NYU. Desde 1998, es profesora de producción de cine y vídeo en la Universidad de Princeton. También se ha embarcado en proyectos como la creación de una web sobre el cineasta afroamericano William Greaves o como Edited By, una base de datos en línea dedicada a recopilar información sobre mujeres montadoras de cine.