
Red Hollywood
- 114 minutos
Ensayo fílmico a respecto a artistas en Hollywood que la caza de brujas de Joseph McCarthy logró arrecantar prácticamente en el olvido.
Ensayo fílmico a respecto a artistas en Hollywood que la caza de brujas de Joseph McCarthy logró arrecantar prácticamente en el olvido.
Hecho en colaboración con Noël Burch, el vídeo Red Hollywood es producto de los años de investigación de Andersen de la lista negra de Hollywood, un proyecto más amplio que incluye varios ensayos y un libro, Les communistes de Hollywood: Autre chose que martyrs, también escrito con Burch, que tiene publicación además en inglés. En el corazón del proyecto de Andersen radica el convencimiento de que, al contrario de lo que indican los pusilánimes apologistas liberales, muchos de los guionistas, directores y productores que rechazaron testificar ante el HUAC no solo eran involucrados izquierdistas de diversos tipos, sino que muchos de ellos produjeron filmes de sentido político; tal como dejó escrito en su primer ensayo sobre el tema: “Sería una injusticia para los que fueron incluidos en la lista decir que no lo merecían. La historia de la lista negra debe ser digna de todos ellos”.
En el vídeo, este argumento se desarrolla persuasivamente a través de la narración de Billy Woodbury. Pero se trata de algo más que la versión cinematográfica de los argumentos que Andersen y Burch ya habían desarrollado antes. Mediante largos extractos de más de 50 filmes y de entrevistas con artistas que fueron incluidos en la lista, como Abraham Polonsky, Paul Jarrico y Afred Lewis Levitt, Andersen y Burch le dan a los filmes y a los cineastas espacio para hablar por sí mismos, a veces para confirmar, a veces para contradecir, las declaraciones de los propios cineastas. La estructura dialéctica del vídeo produce un monumento tridimensional al poder polisémico del cine. Más allá de estas declaraciones en concreto, Red Hollywood insiste en la necesidad política de las formas de arte populares y en la dignidad de los a veces impopulares artistas que las usan.
Colin Beckett