Rear Window

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Las vistas de un apartamento en Brooklyn elevan el voyeurismo de Hitchcock hacia un compromiso frenético con lo visible. La película varía la exposición o el foco en el alféizar de modo que los parpadeantes y espacialmente ambiguos patrones que presionan los límites del fotograma se disuelven momentáneamente en las ramas de un árbol o en una escalera de incendios o en una sombra atrapada en la pantalla de la colada de alguien ondeando al viento. ‘Puse una de mis manos frente al lente de la cámara e intenté convertir la luz, el color y la imagen en algo táctil’, explica Gehr en sus notas, conectando la película con la muerte de su padre y llamándola un ‘intento desesperado” de convertir lo efímero en tangible.” (J. Hoberman).