António Campos
Del 4 de octubre de 2022 al 27 de octubre de 2022
António Maria Pereira Campos (1922-1999) nació en Leiria el 29 de mayo, hijo de Justino Pereira Campos y Aurora Ferreira Campos, casados tiempo antes en esa ciudad donde, después de la Primera Guerra Mundial, su padre había sido oficial en el ejército. La unión es efímera, António es separado de su madre enferma después del nacimiento, siendo criado por su tía materna Octavia en los primeros meses de vida. Vive esporádicamente en Aveiro y Lisboa con su padre, que muere joven, pero la mayor parte de la infancia y la juventud transcurre con la familia paterna en Aveiro. Mantiene estrechos contactos con su familia materna en Leiria y una gran cercanía con Octavia y la prima Manuela, dos años mayor. Vuelve a Leiria a los 22 años, después de haber concluido el curso general de bachillerato. Frecuenta las tertulias c culturales de la ciudad, marcadas por una fuerte conciencia política de oposición al régimen del Estado Novo, se integra em un grupo de teatro y descubre en el cine el sentido que le guía el resto de tu vida.
Comienza con una máquina Pathé de 9,5 mm, pero es con una Payard 8mm adquirida a plazos con el primer sueldo de funcionario de la secretaría de la Escola Comercial de Leiria que empieza a rodar como aficionado (un término recurrente para su propósito, debido a su pasión y una falta crónica de medios): primero la familia, luego la ciudad y el río (Rio Lis) y un poco más tarde dos cuentos, respectivamente, del escritor de Vieira de Leiria Lourenço Botas (Um Tesoiro) y Miguel Torga (O senhor). Cuando intenta mostrar este último a los habitantes de Vieira de Leiria, la policía lo impide. A excepción de las sesiones en el Cineclube de Oporto, las proyecciones son privadas y discretas, testimoniando el miedo a ser obligado a dejar de filmar, lo que luego lo llevó a retirar de circulación A Invenção de Amor, en un probable acto de autocensura. Aún así, las películas circulan en estas sesiones “clandestinas” y en el circuito de cine amateur, acumulando elogios y defensores, incluidos Henrique Alves Costa y Manoel de Oliveira. En el rastro de este reconocimiento público que informaban los diarios locales, la Comissão Municipal de Turismo de Leiria le anima a un nuevo proyecto que da como resultado Leiria 1960, el último filmado en 8mm. Le sigue el título que lo lanza por la vertiente documental de su cine: A Almadraba Atuneira, registro de la última campaña atunera de un pueblo del Algarve filmado sin equipo, con una cámara de 16 mm prestada. En ese mismo 1961, una beca de la Fundación Calouste Gulbenkian le permite una estancia de tres meses en Londres. A su regreso, establece una relación profesional con la Fundación, donde trabaja desde febrero de 1961 hasta noviembre de 1977, registrando en película sus actividades, principalmente exposiciones. Al margen de su en colaboración con la Gulbenkian, firma Retratos das Margens do Rio Lis, Chagall – Breve a Lua, Lua Cheia, Vai Aparador y Collage, película inspirada en el Ciclo de una Gota de Agua.
Tras un primer intento fallido de adaptar Terra Fria de Ferreira de Castro, se comprometió, en 1963, con el proyecto de largometraje nunca realizó Bonecos de Luz, basado en Romeu Correia. De 1965, A Invenção do Amor, filmada casi sin medios y con escaso aparato técnico a partir del poema homónimo de Daniel Filipe como parábola de la represión de la dictadura portuguesa, es una película importante y elogiada por los pocos que la vieron en su momento, pero acabará siendo invisible durante muchos años. El siguiente Vilarinho das Furnas registra la desaparición de la aldea comunitaria ubicada en el valle de Rio Homem, en el Gerês, a lo largo 18 meses difíciles en el lugar amenazado por la construcción de una presa. Proponeiéndose documentar la realidad comunitaria de una aldea transmontana, Falamos de Rio de Onor está subvencionado por el Centro Português de Cinema, en el marco del proyecto Museo de Imagen y Sonido. Junto a Vilarinho, sería la película más publicitada de su vida, después de 1974, aunque el atribulado proceso de producción resulta en una experiencia personalmente traumática.
Luego del 25 de abril, obtiene por primera vez una subvención del Instituto Português de Cinema, filmando Gente da Praia da Vieira y A Festa, en un reencuentro con los pescadores de Vieira de Leiria. A pesar de ser exclusivamente un activista del cine, filma a Paredes Pintadas da Revolução Portuguesa para el Partido Comunista Portugués, a la que sigue Ex-Votos Portugueses, subvencionada por el IPC. Recupera su puesto de funcionario al terminar su vinculación con la Fundación Calouste Gulbenkian y se instala en Leiria, donde prepara la singular “crónica cinematográfica” Histórias Selvagens. Todavía a fines de la década de 1970, filmó Ti Miséria para la serie de televisión “Cuentos tradicionales portugueses”. À Descoberta de Leiria es de la década siguiente. El largometraje Terra Fria se realiza a principios de la década de 1990 con producción de Inforfilmes y la participación de El Deseo, debutando en el Festival de Cine del Mundo en Montreal. Su último trabajo es A Tremonha de Cristal, rodada en la ría de Aveiro, en el marco de un proyecto de producción conjunta de varios países europeos de películas para televisión. A finales de los años 80 y 90 obtuvo algunos reconocimientos del camino solitario iniciado en la década de 1950. La última gran iniciativa en la que participa, en 1994, es la 22ª edición del Festival Internacional de La Rochelle, en Francia, donde diez de sus películas consagran el reconocimiento internacional de su trabajo. En una carta dirigida a la Cinemateca de regreso del evento asegura haber verificado que su proyecto de “hacer un mapa vivo de Portugal no habría sido una mala empresa”. En septiembre de 2000, aproximadamente un año después de su muerte en Figueira da Foz, la Cinemateca Portuguesa-Museu do Cinema organiza una amplia retrospectiva de su filmografía, que se había ido conservado y restaurando a partir de los materiales legados por el director a la institución. En esa misma ocasión, se le dedica un catálogo que propone la revalorización de su obra. En 2009, Catarina Alves Costa realizó el retrato documental Falamos de António Campos, que lo presenta como un cineasta excepcional, uno de los más singulares directores portugueses.
Cinemateca Portuguesa
Agradecementos: Play-Doc, Cinemateca Portuguesa.
Con la colaboración de