Western
Western
Meinhard Neumann, Reinhardt Wetrek, Waldemar Zang, Detlef Schaich
- 121 minutos
Un grupo de trabajadores alemanes llega a un apartado pueblo búlgaro para construir una central hidráulica. Pero ante la falta de recursos y esperando a por ellos, matan el tiempo con actividades anodinas. Su actitud fachendosa con el paisaje, el entorno y las mujeres de la aldea conformarán elementos de tensión con los habitantes del lugar, con los que solo uno de los trabajadores parece desarrollar una relación cordial y de curiosidad.
Tomando varias de las constantes temáticas del western y la capacidad del género para realizar un comentario político, Grisebach crea un relato poliédrico, en el que uno de los principales intereses es la desigualdad que dibuja entre el concepto económico de la Europa del Norte / Sur o las tensiones políticas latentes del Oeste / Este.
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En la frontera
Crítica de Manu Yáñez en Otros Cines Europa
Trailer del filme
Versión original subtitulada
Western, de Valeska Grisebach
Mónica Delgado (Desistfilm)
La zona de frontera entre Bulgaria y Grecia es el escenario para un drama intenso que contrasta con el estilo mesurado de Valeska Grisebach. Un trabajador alemán y su confrontación y discreta aceptación en una comunidad rural debido al idioma y las costumbres e identidades locales es el argumento central de este film austriaco que abrió con bastante expectativa la sección Un Certain Regard en esta edición de Cannes.
Grisebach no establece polaridades marcadas, más se trata de describir este proceso de encuentro de un tipo parco, poco expresivo pero de sentimientos a flor de piel, que quiere insertarse en este entorno de hombres ásperos, donde apenas el calor social aparece a partir de su contacto con algunos personajes femeninos: una matriarca y una joven que sabe algo de alemán. La cinesta se detiene en este aprendizaje, que va rompiendo barreras culturales a punta de gestos y situaciones propias del universo masculino: conversaciones acompañadas de alcohol y sobre la vida laboral.
La problemática de este forastero (un sorprendente Meinhard Neumann) se complejiza con los avatares de la construcción de un nuevo curso de un río que provee de agua al pueblo y que se convierte en eje de las transacciones entre los hombres, quienes hacen y deshacen la suerte de este colectivo.
Grisebach dota a su film de viejos paradigmas del forastero, quizás como solía pasar en los film del género que remite el título, con los avatares de un héroe otoñal, un outsider a caballo, solitario, sin familia y sin nada qué perder tratando de crearse un nuevo lazo afectivo en este espacio que lo va sacando fuera del lugar cada vez más de modo apabullante. Y es ahí donde se concentra el alma que Grisebach pone en el film, adorando a su personaje, enfocando toda una carga social en torno a las diferencias en Meinhard, como si se tratara de la encarnación de toda una problemática vigente en su manera de relacionarse, en sus silencios, sus mímicas para comunicarse y en su necesidad de integración.