
Tralas luces
- 112 min.
Sigue la vida nómada de Lourdes, quien en compañía de su familia recorre las ferias del norte de España con su pista de autos de choque.
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Daniel Domínguez en el cine. A propósito del libro "Las costuras del guion"
Tralas luces
Versión lingüística:VOFormato:DCP
- Ano:2011
- Países de producción: España
- Guión: Sandra Sánchez
- Fotografía: Sandra Sánchez
- Montaje: Sandra Sánchez, Nahum C. Fiuza
- Productora(s): Tic Tac Producciones, Ukbar Filmes
Tralas luces
Daniel Domínguez
El cine moderno ha transitado los pasajes entre el presente y su representación, entre los cuerpos y los personajes, entre uno y otro lado de la cámara; y podemos recorrer ese tránsito a través de los desgarrones de lo real en la piel del cine. Esas heridas representan la vertiente más fecunda del cine moderno. Es inevitable recordar a Rossellini y Renoir, y sus películas con Ingrid Bergman. De un lado, el cine ha tratado de arrancar la máscara del personaje a la mujer que lo encarnaba para mostrar la carne viva, la desnudez del ser, como en Stromboli; de otro, ha hecho de las máscaras un espejo de las más íntimas conmociones, como en Elena y los hombres. Entre la desnudez y la máscara transita el retrato de Lourdes en Tralas luces, un viaje interior con huellas en lo visible y un viaje exterior con reverberaciones de lo invisible, entre un cuerpo desnudo de personaje y un personaje encarnado en un cuerpo. En ese tránsito se cifra la riqueza fílmica de la película de Sandra Sánchez.
Otra resonancia viene de Nicholas Ray, el cineasta de los errantes (su última película, inacabada, lleva por título Nunca volveremos a casa). Me acordé de The Lusty Men (1952), porque en algunos planos de Lourdes encontraba ecos de Louise (Susan Hayward) en la puerta de la caravana que ve alejarse el sueño de una casa propia, como le sucede a la propia Lourdes, aquel hogar con tantas escaleras con el que había fantaseado y por el que se enterró bajó la hipoteca de cuarenta toneladas de una pista de coches de choque. Pero debo precisar que estas referencias las desgrana uno, no porque las manejara Sandra mientras construía Tralas luces, me consta que se despojó de cualquier referencia cinéfila a la hora de abordar el proyecto, para encontrar las formas que cobijaran su mirada; sólo trato de trazar los hilos que confluyen en su película y dar cuenta de la pregnancia de sus imágenes.
Si hay algún don que anida en las imágenes que han cuajado en cine y llueven desde la pantalla sobre nuestra mirada es el don de imaginar -y aun de ver- lo que no está en los planos sino entre los planos. Es el don de transfigurar lo real en forma preñada de sentido y la película en cine. Y ningún personaje de Tralas luces como Arturo, ese hombre callado, una figura casi espectral que parece salido de un western crepuscular -un John Carradine-, para despertar ese más allá o más acá de las imágenes, que se nos graban en la mirada y destilan memoria, como ese plano en que lo vemos de noche, entre la pista de los coches de choque y la caravana, revisando las instalaciones, tras las luces de la fiesta, tras la fiesta de este mundo, fuera ya del tiempo, en algún lugar que sólo podemos conjeturar. Decía Clarice Lispector que escribir es usar las palabras, para pescar lo que no es palabra. Lo mismo puede decirse del dispositivo de Sandra Sánchez en Tralas luces. Por eso nuestra mirada ve más allá de lo visible.
Daniel Domínguez
en ‘El viaje detrás de las luces’, publicado en su blog La escuela de los domingos.