PIlares de la sociedad

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Bernick, un rico armador de una ciudad costera noruega, ha ocultado el hecho de que es  el padre ilegítimo de Dina. Su complaciente engaño resulta amenazado por el regreso desde el Oeste americano del único hombre que está en posesión de la verdad sobre su pasado, Johann Tönnessen, que llega a la ciudad con un circo y al que se le había atribuido la paternidad de Dina sin que él lo supiera.
“Yo había aprendido que lo importante en el cine es la capacidad para percibir una película en su continuidad. Durante el rodaje de La novena sinfonía, al año siguiente, me di cuenta de que debía haber un tono sostenido de interpretación, de iluminación y demás, y verás este estilo por primera vez en La novena sinfonía. Pero ya antes había tenido algunas intuiciones de ello. Este tono sostenido es muy importante. Ford posee ese talento. Y creo que Hawks lo posee también. No tiene nada que ver con la historia. Es una cuestión de estilo. Los encuadres son enormemente importantes; lo descubrí por primera vez en Stützen der Gesellschaft. Los encuadres son las ideas del director. La iluminación es su filosofía. Incluso en este sentido: mucho antes de Wittgenstein, algunos de mis contemporáneos y yo aprendimos a desconfiar del lenguaje como instrumento y traductor fiel de la realidad. Por ello aprendí a confiar en mis ojos más que en la vanidad de las palabras.” (Jon Halliday, Douglas Sirk por Douglas Sirk)