Nuestra señora de París
- 22 minutos
La cámara, llevada por la agilidad y la fuerza impresas por el brazo, es una prolongación fálica. La vibración de la imagen, mi ritmo convulsivo, es un acto sexual intensificado y amplificado. (Teo Hernández)
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Lo cotidiano es lo imaginario: el cine de Teo Hernández
Nuestra señora de París
L'eau de la Seine
Pas de ciel
Presenta: Francisco Algarín Navarro