La virgen de agosto

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Madrid en verano significa calor asfixiante, calles vacías y poco que hacer. Pero Jonás Trueba nos demuestra que no tiene que ser así: justo cuando la capital se deshace de su agobio rutinario, florece un estilo de vida centrado en las relaciones personales y el autodescubrimiento. A través de Eva, el director madrileño, con esa manera tan elegante, cercana y pausada que tiene de filmar situaciones mundanas, nos vuelve a presentar a una generación, esa que transita entre los 30 y 40, empeñada en verbalizar sus frustraciones y que se pregunta continuamente sobre cómo ser «una persona de verdad». Y en esa búsqueda, entre verbenas, encuentros fortuitos y nuevas amistades, surge, casi sin que nos demos cuenta, una pequeña historia sencilla y emocionante, llena de magia y veracidad. [Víctor Blanes Picó, Catálogo FICX 2019]