
La mitad de la vida
A metade da vida
Evaristo Calvo, Isabel Vallejo, María Bouzas, Ernesto Chao, Alfonso Agra
- 78 min.
Esta es una historia sobre los límites del amor, amores que acaban o comienzan, vividos por seres que se arriesgan y transitan entre la separación y el encuentro porque, más pronto que tarde, deben confrontarse con lo que les falta: la mitad de la vida.
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Raúl Veiga: variaciones sobre amor e identidad
La mitad de la vida
Versión lingüística:VOFormato:DCPPresenta: Raúl Veiga.
- Ano:1994-2019
- Países de producción: España
- Guión: Raúl Veiga
- Fotografía: Juan Carlos Gómez
- Montaje: Luís del Pino
- Productora(s): Fenda Filmes
Crítica del filme
José Antonio Coira, en ‘Diccionario do cine en Galicia. 1896-2000’, Xunta de Galicia, 2001.
En 1994, cuando los ecos de aquel Cinegalicia que había acogido en Vigo el estreno de tres largometrajes como Continental, Sempre Xonxa y Urxa parecían el recuerdo de un espejismo, se estrenó A metade da vida. Era una película que, entre otras cosas, se quería entroncar en ese cuerpo de rara entidad llamado cine gallego. El capital (subsidiado por la Xunta, apoyado por la Televisión de Galicia), el reparto (un espléndido conjunto sin discordancias) y todo el equipo posible eran gallegos; la película, una sabia historia de amor, tiene a Galicia en la superficie y, más, en el fondo del relato. Seguramente conviene recordar este aspecto de la producción. No hace que la película sea ni mejor ni peor, pero sí es un dato esencial en la concepción, desarrollo y resultado del film.
Raúl Veiga fue su director, guionista y productor. Pocas veces le debió de ir tan bien a uno de nuestros cineastas el calificativo de autor. Toda la película está impregnada de un intenso, concienzudo, a veces oculto y sofisticado trabajo de escritura y puesta en escena, que concede la A metade da vida la virtud de la coherencia. (...)
Antes de ser la película que hoy conocemos, fue un cortometraje. Se llamaba Boas noites, Eire y partía del relato con el mismo nombre de Xosé Luis Méndez Ferrín. El cortometraje, aunque se rodó independientemente, nunca llegó a existir por sí solo; es la parte final de A metade da vida. De manera que, en cierto sentido, la película de Raúl Veiga fue el resultado de explorar hacia atrás en la historia de Eire, Carlos Bao y Violeta.
Este trío —en el que se dan cita tres de los intereses de Raúl Veiga: la literatura, Galicia y el jazz— llega con alcohol al fondo de la noche, tras una serie de compases en los que hemos ido sabiendo de ellos y de sus amigos y amantes. El argumento de la película (...) es una cadena de encuentros.
(...) A metade da vida, una sabia historia de amor, tiene mucho que ofrecer. Es una construcción sentida, sensata. Pero tan oculta como lo puede estar la polisemia de su título, que habla a la vez de la edad y de los seres amados.