La golondrina cautiva

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En el Londres victoriano, Gloria Vane, una cantante de music-hall, carga con las culpas de su presuntuoso y débil amante, Sir Albert Finsbury, oficial del ejército que ha falsificado un cheque. Es condenada a siete años en una penitenciaría de Australia, una infernal mazmorra. Mientras tanto, Finsbury ha sido trasladado a Australia como ayudante de campo del gobernador y se convierte en el prometido de la hija de este.
“Es una obra de crítica social, de la clase que a mí me gusta. Quizás algunos pensaron que era antiinglesa, pero hay mucho más que eso. Hay el mismo tipo de crñitica social en esta que en La Habanera. Detesto el término de ‘crítica social’ porque se ha convertido en un cliché, pero no parece que exista otra expresión para describir este tipo de película. (…) En realidad La golondrina cautiva es una buena película para hablar de ella porque tiene dos elementos que son fundamentales en mi cine: este aspecto de conciencia social y  también la clase de personaje que me interesa, el papel interpretado por Willy Birgel (Sir Albert Finsbury). El tipo de personaje que siempre me había interesado, tanto en el teatro como en el cine, y que procuré mantener también en el melodrama, es el indeciso,el ambiguo, el inseguro. La inseguridad y la vaguedad de los objetivos del hombre están en el centro de muchas de mis películas, por ocultas que puedan hallarse esas características.” (Jon Halliday, Douglas Sirk por Douglas Sirk)