
Espello Vídeo Cine: una crónica de la Galicia de los ochenta
Del 9 de octubre de 2025 al 20 de diciembre de 2025
Fragmentos de tiempo, fragmentos de nosotros
El sector audiovisual a inicios de los años ochenta en Galicia dista mucho de lo que es hoy. Colectivos de los setenta como Lupa, Enroba o Imaxe estaban ya disueltos, atrás quedaban las experiencias en cine de Víctor Ruppen, aún no se habían creado ni el Arquivo da Imaxe (1984) ni la TVG (1985), no había ocurrido Cinegalicia (1989), ni existía la Escola de Imaxe e Son en A Coruña (1991). Se advertían brotes en la vídeo creación y TVE contaba con su centro territorial, lo que garantizaba cierta cobertura de la actualidad gallega, pero con una dependencia excesiva de la agenda política.
En este contexto, nace en 1981 Espello Vídeo Cine, la primera empresa gallega en el mercado profesional del vídeo, que trabajaba en formato U-matic de 3/4", con un mayor ancho que el del vídeo casero. Muy rápidamente comienzan a grabar la actividad política, empresarial y cultural de Galicia, siendo su primera pieza el registro de la visita que el presidente de la Xunta en ese momento, Xosé Quiroga, realizó a París para reunirse en un ámbito celebratorio y jovial con los colectivos de la diáspora. Espello había establecido contacto previo con las asociaciones culturales gallegas en el extranjero y estas relaciones con la emigración, siguiendo toda una tradición del cine gallego no profesional, van a estar presentes en muchos de sus vídeos.
El estado de las autonomías estaba en construcción, fue una época de cambios de calado para Galicia. Espello Vídeo Cine tenía como principales clientes a la administración autonómica, la diputación de A Coruña y ayuntamientos de esta provincia; pero también contaba en su cartera con empresas que construyeron la identidad del país en las últimas décadas como múltiples conserveras, la desaparecida Mafriesa, Estrella Galicia, Leyma, La Voz de Galicia, Caixa Galicia, la Semana Verde de Silleda, la Fundación Barrié, la Cámara de Comercio de A Coruña o GOA (inicio de lo que hoy es Inditex).
Así, mediante estos encargos, que podrían pasar por puramente alimenticios y funcionales, la realidad es que Espello Vídeo Cine acabó por registrar lo que fuimos en esa década, realizando una importantísima crónica de esos años de cambio, al tiempo que realizaban piezas por momentos muy creativas.
Los profesionales que la conformaban entraron sabiendo algo en Espello y salieron con un verdadero máster en producción y realización de vídeo. Con Marcial Lens y Pepe Castro como ideólogos, la empresa se convirtió en una fábrica de talentos que concebía el audiovisual como un acto de creación colectiva. Todos los trabajadores de Espello eran socios con voz y voto y existía igualdad salarial, con independencia del cargo. Es imposible citar a todos los que pasaron por sus filas, dada la dilatada trayectoria, pero hace falta dar algunos ejemplos esenciales. El cámara Arximiro García desarrolla con el tiempo un estilo absolutamente personal, que se centra en la fuerza de los rostros, en la contemplación poética del paisaje y en un seguimiento ágil de las acciones que le acaba por dar el oficio. Entre los que realizan las entrevistas y ponen la voz en off, destaca el periodista Cándido Barral, verdadera institución de ‘El coruñés opina’. Otros guionistas fueron Antonio López Mariño, Manolo Rivas o Xabier P. DoCampo. Incluso en los trabajos menos personales de la compañía, se advierte la mano en el montaje de Manuel Abad, quien en esa década realiza en el seno de Espello varias piezas de creación de gran interés como Denantes (1984) y O neno con pernas de pomba (1984). Él y otros técnicos como Félix Casado, Miguel Míguez, Manuel Midón, Ovidio Fernández y José Pérez París acabarán por desarrollar una longeva carrera en la TVG, TVE en Galicia o en la Escola de Imaxe e Son, siendo Espello para todos ellos un período formativo clave.
Precisamente con la llegada de la televisión autonómica, Espello sigue estando ahí, pero experimenta paulatinamente una notable bajada en el ritmo de trabajo. Su productor, Xosé Xoán Cabanas Cao, se embarca en nuevos proyectos y comienza a hacer cine. Su fondo, depositado en la Filmoteca de Galicia, cuenta en estos momentos con más de 300 registros de piezas realizadas y más materiales que aún se encuentran en proceso de documentación a lo largo de cientos de horas de metraje. Esas cintas U-matic, hoy digitalizadas en casi su totalidad, van a nutrir este programa, centrado sobre todo en el primer lustro de los ochenta.
A lo largo de cuatro sesiones, de aquí a fin de año, divididas en bloques temáticos, realizaremos una crónica de la Galicia de los ochenta. En el campo político, Espello Vídeo Cine cubrió primero la campaña de las autonómicas del 81 para la UCD y en el 82 y 83 se encargó de las citas electorales con el PSdG. También registró eventos de vital importancia como la manifestación por la capitalidad en A Coruña. En el ámbito cultural, documentó infinitud de conciertos, fiestas, representaciones de teatro, eventos cinematográficos... y entrevistó a grandes figuras de la cultura que pasaron por Galicia en esos años, como Camilo José Cela o Joan Manuel Serrat. Nuestras tradiciones y folclore quedaron inmortalizadas en los Caneiros, con la visita al santuario de la virgen de la Barca, en una serie de danzas tradicionales; entre tantas otras celebraciones. El vídeo industrial fue otro de sus fuertes, atendiendo no solo a las fábricas, sino también a los ganaderos, y retratando en el campo de la economía importantes cambios.
Estas cuatro proyecciones estarán acompañadas de personal de Espello Vídeo Cine para hablar de la creación de las piezas. Encargándose de dar el contexto histórico, contaremos con algunos de los protagonistas de los eventos citados y con expertos en cada una de las disciplinas a tratar. Así, este ciclo pretende no solo mostrar el importantísimo legado de la empresa, sino analizar con perspectiva analítica una época muy poco representada en nuestro audiovisual y que sin duda merece una revisión.
Es la selección que se presenta dolorosamente pequeña y voluntariamente específica, para no perderse en un mar de imágenes que atesora otras joyas que quizá podrán recuperarse en el futuro. Entre algunos de estos vídeos, es necesario citar el trabajo innovador que se hizo en el programa educativo Preescolar na casa o toda una serie de piezas científicas de tipo ornitológico y ambiental en la Costa da Morte, o de operaciones quirúrgicas en el CHUAC. En esta línea, la compañía cedió las famosas imágenes del parto que marcaron a varias generaciones de coruñeses en las visitas a la Domus, como también se encargó del vídeo sobre la batalla de Elviña que se mostró durante años en el Museo Militar. En un campo más institucional, el plan marisquero de inicios de los ochenta para Galicia, o el urbanístico para Coruña, con las transformaciones de sus barrios, quedaron también inmortalizados por sus cámaras. Celebraciones deportivas como el Teresa Herrera, el campeonato de fútbol de la emigración, la visita del ajedrecista Anatoly Karpov a Coruña o el mundial de hockey sobre patines en el 88 forman también parte del archivo. El compromiso con el reporterismo se encuentra presente en la travesía que hacen con el barco Arosa I para denunciar los vertidos nucleares en el Atlántico. Las piezas de ficción como A vinganza de HAL 9000 (1989) y Coitadiños (1992) se quedan fuera de las intenciones de este ciclo, centrado en el documental, pero ahí figuran...
Son estas imágenes llenas de recuerdos, de presencias de lo que un día fuimos. Un fragmento de nosotros, de la historia de Galicia.

1981-1983: una crónica política
