ESENCIALES: MASAHIRO SHINODA
Del 9 de enero de 2024 al 25 de enero de 2024
El nombre de Masahiro Shinoda (Gifu, 1931) está inevitablemente asociado a la etiqueta Nueva Ola Japonesa, la famosa Nuberu Bagu de los estudios Shochiku que tuvo en las figuras de Nagisa Oshima, Kiju Yoshida y del propio Shinoda a sus primeros y máximos representantes.
En realidad, estos tres directores no tuvieron nunca la intención de crear un movimiento, y sus posiciones ideológicas como creadores fueron completamente diferentes. Sin embargo, formaron parte de una generación de jóvenes creadores a los que, durante la década de los 60, la productora Shochiku dio carta blanca para romper con las formas tradicionales de trabajar en el sistema de estudios.
En el caso de Masahiro Shinoda esto significó trabajar desde la base de los géneros tradicionales del cine japonés, el yakuza eiga o cine yakuza, el jidai geki o drama histórico, el chambara o películas de espadachines, para romper con las barrearas que esos mismos géneros imponían. Rompió con ellas para poder hablar de temas universales como la moralidad en tiempos de crisis o la desorientación de las generaciones más jóvenes.
El trabajo de Shinoda es complicado de etiquetar debido a su diversidad temática, pero en sus primeros veinte años de carrera – hay que recordar que es un director cuya carrera abarca más de cuarenta años en los que dirigió más de treinta largometrajes- creó una serie de películas en las que se hacía eco de la desorientación de la generación que vivió su juventud durante los años posteriores a la II Guerra Mundial.
A este tema de base habría que añadir, o quizá poner en relación, una constante, el sacrificio de los personajes que pueblan su filmografía. Los protagonistas de Shinoda se someten a un sacrificio que alcanza en ocasiones el nivel de autodestrucción, especialmente a causa de un irrefrenable deseo, ya sea causado por el amor o por el ansia de belleza.
Esa búsqueda de la belleza es igualmente aplicable a su estilo como director. Discípulo de Kenji Mizoguchi, al que admiraba profundamente, heredó del maestro la búsqueda de la perfección estética de la composición del plano. Además, ésta debe mucho estilísticamente a las formas de teatro tradicionales japonesas. La influencia del kabuki, el bunraku y el noh ha sido reconocida por el propio Shinoda a la hora de hablar de su trabajo.
Esta deuda con la tradición nos sitúa ante el trabajo de un director complejo que lejos de proponer una revolución o una ruptura con los sistemas tradicionales de valores tanto estéticos como ideológicos prefiere analizarlos y ponerlos a prueba.
Este ciclo recoge siete de sus trabajos más significativos, enmarcados en su mayoría en esa década de los 60, a la vez que menos conocidos por los espectadores occidentales, con los que buscamos presentar a una de las figuras más relevantes de la cinematografía japonesa.
Fundación Xapón
Foto portada: Kawaita mizumi (Masahiro Shinoda, 1960) ©1960 松竹株式会社 ©1960 Shochiku Co., Ltd.