Abbas Kiarostami

Viajando en el tiempo, una revisión de la década de los 90 del siglo pasado, ofrece sin duda un resultado demoledor: la revelación internacional de Abbas Kiarostami. La relevancia e influencia del cineasta iraní (Teherán, 1940-París, 2016) va a ser uno de los más placenteros y consistentes puntos de inflexión en la historia del cine. Ganador en esos años de la Palma de Oro en Cannes (El sabor de las cerezas, 1997) y de premios en Venecia (El viento nos llevará, 1999), cada título suyo posterior, de Ten (2002) a Shirin (2008) o Copia certificada (2010) se esperará como un nuevo reto, una nueva sorpresa, una magistral inmersión en mundos donde establece con naturalidad pasmosa una impecable fusión de tradición y modernidad, generando obras suma de poesía, intertexto, reflexividad o querencia neorrealista. La fascinación y deseo de perfección que lo caracterizan, ayudarán también a explorar sus orígenes, así como vislumbrar su capacidad y sutileza para elaborar una obra libre (y no exenta de humor) en un tiempo complejo.

Diseñador gráfico, ilustrador, artista plástico graduado en Pintura, la experiencia cinematográfica lo va a atrapar en los años que pasa en el Kanun, el “Centro para el Desarrollo Intelectual de niños y adolescentes” iraní. La realización de una serie de filmes educativos (de excelencia), trabajos que van de los primeros cortos, desde Pan y callejuela (1970), y llega a los largos con los que comienza a conseguir prestigio fuera de seu país, ¿Dónde está la casa de mi amigo? (1987), Deberes (1989) o Primer plano (1990), permite ver la pureza y coherencia de su mirada brillante y singular, coronada con otras piezas magistrales, como La vida continúa (1992) y la metanarrativa, impregnada de su humor socarrón, A través de los olivos (1994). La Filmoteca de Galicia presenta por orden cronológico una completa retrospectiva sobre su obra.