La naranja mecánica

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Inglaterra en un futuro próximo. Alex y sus tres amigos se divierten con una violencia in crescendo, que les lleva de dar una paliza a un vagabundo o pelearse con una banda rival a atacar la casa de un escritor y violar a su mujer. Pronto, Alex será detenido por la policía y enviado a la cárcel. Después de un tiempo, acepta ser sometido a una nueva terapia de choque, el tratamiento Ludovico, un experimento establecido por el gobierno para luchar contra el crimen. Versión de la narración homónima de Anthony Burgess, capaz de elaborar un proceso de estilización formal paralelo a la novela y donde emerge el gusto de Stanley Kubrick por el lenguaje, al igual que su devoción por el análisis clínico del poder (las intrincadas relaciones violencia-Estado) y los vericuetos del ser humano, construyendo un filme de culto, polémico y exitoso, que como apelaba el propio cineasta “habla de las limitadas posibilidades que tiene el hombre para elegir entre el bien y el mal”.