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Vestigios en Súper 8: Una crónica amateur de los años del cambio
- 50 min.
Esta sesión se presenta como un archivo abierto: una sucesión de filmaciones en formato súper 8 que ofrecen una mirada polifónica, lateral y descentrada al cambio político vivido durante el periodo transicional y su proyecto constituyente. Adoptando una estructura cronológica, esta crónica, indefectiblemente incompleta, no sólo contempla estos materiales como huellas del pasado en el presente, sino que también explora sus diferentes texturas y cadencias temporales (la ruptura, la urgencia, la ritualidad o la dilación). Se propone, por tanto, una arqueología a partir de unos vestigios fílmicos de luchas colectivas, rituales sociales y fragmentos de la vida cotidiana recogidos desde la pulsión amateur por capturar el momento. En este sentido, la sesión también se concibe como la apertura de un archivo latente, lleno de posibilidades, solo factible gracias al trabajo de recuperación y conservación de las instituciones participantes.
Comisariado por Elena Oroz y Xose Prieto Souto, este programa es una iniciativa de Filmoteca Española producida en colaboración con el Centro Galego de Artes da Imaxe, la Filmoteca de Andalucía, la Filmoteca de Castilla y León, la Filmoteca del Institut Valencià de Cultura y la Filmoteca de Navarra.
- Ano:2018
- Países de producción: España
- Montaje: Víctor Berlón
Vestigios en Súper 8: Una crónica amateur de los años del cambio
Elena Oroz y Xose Prieto Souto
En 1976 el cineasta amateur Alberto Sánchez Millán recibió el encargo por parte de Televisión Española de filmar un concierto de José Antonio Labordeta en Zaragoza. Por seguridad, decidió que dos cámaras registraran el evento, una de 16mm y otra de 8 mm. Lo que en principio iba a ser un homenaje al cantautor devino, según las autoridades, en un mitin político que concluyó con cargas policiales. Los organizadores fueron multados con 150.000 pesetas y el gobernador civil de Zaragoza prohibió un segundo recital ya previsto. El ente público, por su parte, censuró el material fílmico y, como el propio Sánchez Millán recordará años después en un documental, gracias al Single-8 se conservan unas imágenes históricas que “merece la pena haber guardado”.
Esta es una de las múltiples anécdotas que condensan las tensiones del período transicional y que se vislumbran tras las filmaciones de carácter amateur y doméstico que se recogen en la sesión “Vestigios en Super-8: una crónica amateur de los años del cambio”. Un proyecto de investigación que toma la forma de una sesión cinematográfica en la que se suceden cronológicamente fragmentos de filmaciones realizadas en este formato subestándar durante la Transición. Vestigios fílmicos que, por su concepción primigenia como registros privados o por su recepción limitada —e incluso excepcionalmente vedada—, han quedado al margen del imaginario audiovisual de este período. Es precisamente la propia naturaleza de estos materiales y su compleja catalogación lo que problematiza su anclaje dentro de los relatos y contra-relatos visuales, políticos, sociales, históricos y culturales ya asentados de la etapa del pasado reciente que mayor discusión ha suscitado en la España de los últimos años.
Desde el punto de vista historiográfico, junto con la “mirada desde abajo” y el enfoque micro-histórico, se han contemplado estos materiales como parte de un archivo latente y disperso a lo largo de toda la geografía del Estado. Su apertura solo ha sido factible gracias al trabajo de conservación de las filmotecas participantes y de los particulares implicados. El acceso a estos materiales ha permitido la escritura audiovisual de una posible y tentativa crónica, indefectiblemente incompleta, del período transicional entre los años 1976 y 1979. Un relato configurado con filmaciones que se contemplan no solo en su condición de huellas del pasado en el presente, sino también desde su carácter afectivo y su potencialidad estética, explorando su materialidad, sus diferentes texturas y sus cadencias temporales: la ruptura, la urgencia, la ritualidad o la dilación. La mayoría de los fragmentos que se han incluido carecen de sonido, tal y como se encuentran en su estado de conservación actual, de manera que esta apertura también supone la mostración unos documentos visuales en bruto escasamente exhibidos y que se proyectan conjuntamente por primera vez.
El resultado es una arqueología de miradas construida desde las lateralidades de un proceso constituyente a partir de tomas a vuela pluma de luchas colectivas, ritos sociales y fragmentos de la vida cotidiana registradas desde la pulsión amateur de capturar el instante. Desde los carteles electorales que cubren el paisaje urbano de la ciudad, hasta la familia que disfruta del tiempo de verano bajo la sombrilla de una playa, pasando por las procesiones religiosas, los festejos tradicionales, el trabajo de mar y campo, el cumplimiento del servicio militar o las numerosas demostraciones de protestas vecinales, laborales o identitarias. Si la sesión comienza con una mirada hacia el espacio íntimo de lo doméstico, un niño abriendo en su casa los regalos de Navidad, se cierra, en cambio, con marchas públicas que llenan de otros colores y movimientos la pantalla, como celebraciones cargadas de futuro. En conjunto, el programa muestra manifestaciones que expresan reivindicaciones, algunas hoy olvidadas, rituales que perviven de tiempos anteriores o el encuentro con lo violento. Se propone así un recorrido en Super-8 por unas geografías simbólicas descentradas del cambio político.