Segunda vez
Gerardo Naumann, Norma Anastacio, Adriana Barenstein, José Campitelli
- 94 minutos
Dora García entrelaza política, psicoanálisis y actuación en Segunda Vez. Este documental ficticio orbita en torno a la figura de Oscar Masotta, un teórico vanguardista argentino que desarrolló su actividad entre la década de los años 1950 y la de los 1970. El título tiene su origen en la historia homónima escrita por un contemporáneo de Masotta, Julio Cortázar, en la que narra el clima de psicosis e inseguridad reinante por el trauma de las desapariciones en Argentina.
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Cineclube Pontevedra
Segunda vez
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Segunda vez
Intersección. Presenta: Dora García. Entrada gratis
- Ano:2018
- Países de producción: Bélgica, Noruega
- Guión: Dora García
- Fotografía: Vincent Pinckaers
- Montaje: Simon Arazi
- Productora(s): Auguste Orts
Segunda vez
Noa Castro Lema
Esta pieza es un trabajo analítico, de observación minuciosa, autoconsciente y autocrítico, que emplea la repetición y la mirada para abrir diversas líneas de pensamiento en torno al arte, a la figura del artista, y todo lo que supone lo performativo y los elementos que lo rodean, desde lo más artístico o conceptual, hasta lo más cotidiano, concreto, político.
Por una parte, la pieza audiovisual en sí incide directamente en esta idea de repetición, es la materialización de la “segunda vez”, el acto de mirar se solidifica en la documentación de las performances, que se repiten, pero no son iguales: Ser mirado. Mirar. En Segunda Vez nos reencontramos constantemente con la figura del observador, aquella que hace posible la repetición de lo que ha sucedido. Una obra solo es reproducible si alguien la ha visto, se repite porque se sabe que se repite.
Sin embargo, el espectador o el lector - la cuarta pared – son terriblemente contradictorios, un personaje más, la pieza clave, encargada de revivir algo en el presente que no vivió en el pasado. La Segunda Vez, el nuevo espectador reacciona a prácticamente lo mismo que el de la primera, pero el primero y el segundo nunca son la misma persona, incluso si lo son. Reconocemos lo que conocemos y desconocemos lo que repetimos: Reconocer.
El espectador es observado. Las personas, independientemente de si son conscientes o no, no son ellas mismas, sino lo que el observador cree que son. Interpretar y reinterpretar. Interpretar implicar mayor variación en el contenido que en la forma. Reinterpretar mayor en la forma que en el contenido. El avance, en cualquiera de los dos casos, es lento pero constante.
La segunda vez también es volver, aunque no se haya estado nunca. Volver al futuro, imaginarse lo que va a pasar, construir un puente hacia la misma orilla de la que se parte. La segunda vez se aprende algo que ya se sabe, o se vuelve a experimentar algo que no se había experimentado. La segunda vez la artista tiene dos responsabilidades. Y puede que siempre sea la primera vez.