Puccini

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Elegante y bien ejecutado biopic de época sobre el compositor Giacomo Puccini, con sabor a vetusto melodrama. El film se inicia con el proceso de creación de su primer encargo para el teatro de la Scala, en Milán, Edgar (1889). Tras este estrepitoso fracaso, logra remontar con Manon Lescaut (1893), su mayor éxito, a partir del que inicia un período de esplendor con obras como La bohème (1896), Tosca (1900) y Madame Butterfly (1904), que fue duramente recibida en su estreno. A partir de ahí la cinta ofrece largas elipses para pasar por encima por los años menos productivos del músico, deteniéndose más en la que sería la última ópera de su carrera, Turandot (1926), que deja inacabada por su fallecimiento.

Gallone desarrolla también con detalle el aspecto romántico de la vida de Puccini, mostrando la atormentada relación con su esposa Elvira, a la que se dice que era continuamente infiel. Estas amantes están representadas en el film por la soprano Cristina Vernini, trasunto de ficción de las cantantes a las que Puccini fue próximo. Se sugiere también una posible relación con una criada que lo cuidó en sus años de convalecencia y que acabó por suicidarse por desamor, episodio real que enfrentó judicialmente a Giacamo y Elvira Puccini, con el que los guionistas se toman ciertas licencias poéticas –reconocidas en los créditos iniciales– para emparentar los aspectos de la vida privada del compositor con los argumentos que aparecen en sus óperas.

Sin duda el aspecto en el que el film destaca es en su faceta musical. Aunque rodada enteramente en los estudios Cinecittà de Roma –excepto por algún exterior tomado por la segunda unidad–, la película se muestra poderosa en la construcción de grandiosos escenarios que trasladan el espectador a las representaciones originales de las óperas puccinianas. Varios fragmentos son puestos en escena con brillante ejecución gracias al trabajo de arte de Gastone Medin y a la incorporación de las voces de profesionales de la ópera como Gino Sinimberghi o Nelly Corradi.

El director Carmine Gallone acabó por especializarse en este género. De Puccini ya había dirigido en 1949 una versión moderna de La bohème, titulada Addio Mimí!, y había llevado a la pantalla en 1940 Manon Lescaut. De Giuseppe Verdi había hecho un biopic homónimo en 1938 y había adaptado Rigoletto (1946). La producción de Puccini le salió bien a la Rizzoli Film. La popularidad del film en Italia le permitió a su director continuar adaptando para el cine la obra del compositor. Madame Butterfly (1954), también en Technicolor, contó con la coproducción de la japonesa Toho, y Tosca (1956) tuvo de protagonista a la soprano Franca Duval.