Persona
Persona
Liv Ullmann, Bibi Andersson, Margaretha Krook, Gunnar Björnstrand, Jörgen Lindström
- 85 minutos
Una actriz de teatro pierde la voz en una representación de Electra y es hospitalizada. Su enfermera no deja de hablarle para forzarla a superar su mutismo.
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Cero en conducta. Seminarios e talleres de imaxe
Persona
Versión lingüística:VOSEFormato:35mm.Presentación. Entrada gratuíta. Aforo limitado.
- Ano:1966
- Países de producción: Suecia
- Guión: Ingmar Bergman
- Fotografía: Sven Nykvist
- Montaje: Ulla Ryghe
- Productora(s): Svensk Filmindustri
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Sontag sobre Persona
Artículo original de Susan Sontag aparecido en Sight & Sound en el número de otoño de 1967 (disponible solo en inglés)
Sven Nykvist - Mi filmografía junto a Ingmar Bergman
Documental sobre la filmografía del director de fotografía Sven Nykvist junto a Ingmar Bergman, basado en las entrevistas concedidas a Peter Ettedgui y publicadas en Cinematography Screencraft. Realización, edición y narración por Javier Ballesteros.
Notas para la presentación de Persona en el MoMA de Nueva York en 2014
Charles Silver
Por mucho tiempo defendí (y me encontraba más cómodo con ellas) las películas más narrativas o lineales de Ingmar Bergman (Fresas salvajes, El manantial de la doncella) frente a los que consideraba trabajos más pretenciosos o ensimismados. De algún modo, sin embargo, Persona es capaz como ninguna otra de soldar la falla entre el mundo de Bergman y el nuestro mediante la virtud de su brillante pericia. Como Andrew Sarris dijo, el filme “parece embrujar al público incluso cuando lo desconcierta. El perenne rompecabezas por intentar saber qué significa todo está muy propiamente subordinado a la belleza e intensidad con las que las caras, seres y personas se confrontan en la pantalla”.
Por un lado, Persona parece ser un acto confesional de Bergman sobre su crueldad, y la de otros artistas, a la hora de encontrar material para su trabajo en el sufrimiento real de la gente. Así, la actriz Liv Ullmann usa la revelación de la enfermera Bibi Andersson (en su largo monólogo), de comportamiento indiscreto. Andersson se graduó en la misma escuela de teatro en Estocolmo que Greta Garbo e Ingrid Bergman. Sus muchas apariciones en los filmes de Ingmar, comenzando con Sonrisas de una noche de verano, la convirtieron en una estrella. En 1966, Ingmar sin duda conocía todos sus secretos. (...)
Hay varias sugerencias de una atracción homosexual entre los personajes de Andersson y Ullmann, especialmente en la escena en la que las dos mujeres están pelando champiñones. Daniel Humphrey, en su nuevo libro Queer Bergman, resalta que el director se refirió a sí mismo en su diario como un “hombre lésbico” y que se da cierto grado de ambigüedad sexual en muchos de sus filmes. Por supuesto, se casó cinco veces (sin contar a Ullmann) y fue padre de ocho críos. En lo que se refiere a la multitud de interpretaciones de Persona, usted es quien paga y es quien decide. Directores tan variados como Stanley Kubrick, Woody Allen, Robert Altman y David Lynch le han rendido homenajes a la película en sus trabajos. Susan Sontag consideraba Persona el mejor filme jamás hecho.
Más allá de las típicamente inmaculadas interpretaciones de sus dos estrellas, la fotografía de estilo documental de Sven Nykvist en Fårö evoca (para mí) la isla de Michelangelo Antonioni en La aventura, en su sentido premonitorio de aislamiento y amenaza. En muchos sentidos, Bergman está cuestionando el medio en sí mismo, al que dedicó su vida (incluso con sus incursiones en la ópera y el teatro). ¿Cuánta verdad o realidad puede mostrar la cámara? ¿Cuánto puede revelar el artista? Y la pregunta que llega siempre con Bergman: ¿cuánto “dolor universal”, como indica Robin Wood, puede el público soportar y comprender?