Otoño tardío
Akibiyori / 秋日和
Setsuko Hara, Yôko Tsukasa, Mariko Okada, Keiji Sada
- 119 min.
Mamiya, Hirayama y Taguchi se reúnen para celebrar el séptimo aniversario de la muerte de un antiguo compañero de la universidad, Miwa. Su viuda, Akiko, y su hija de 24 años, Ayako, también están presentes. Durante la celebración, los tres amigos concluyen que ha llegado el momento de que Akiko se case de nuevo y deciden buscar algún pretendiente idóneo para ella. Pero primero han de conseguir que se case Ayako, que no está dispuesta a dejar sola a su madre.
- Ano:1960
- Países de producción: Japón
- Guión: Kôgo Noda, Yasujirô Ozu (Novela: Tom Satomi)
- Fotografía: Yûharu Atsuta
- Montaje: Yoshiyasu Hamamura
- Productora(s): Shochiku
Otoño tardío
Yoshida Kiju
Ozu-san se divertía haciendo películas sobre el envejecimiento cuando aún era joven. Sin embargo, él mismo acabó envejeciendo. Este hecho quedó claro por primera vez cuando Ozu-san rodó Otoño tardío (Akibiyori) en 1960. Esta película también entra dentro del círculo de sus remakes. Repite e imita Primavera tardía, pero al mismo tiempo la rearticula de manera juguetona y sarcástica. (...)
Cuando la madre y la hija hablan de la vez que visitaron el lago con su marido/padre, y cuando miran a ese lago tan lleno de recuerdos, es probable que los espectadores se queden asombrados y confusos por la manera increíblemente extraordinaria en que Ozu-san monta la escena. Cuando miran el lago desde la misma ventana del restaurante, la hija mira a su derecha. En la siguiente toma, la madre mira a su izquierda. Aunque están mirando el mismo paisaje, se giran en direcciones exactamente opuestas. A estas alturas, los espectadores ya no pueden distinguir si el lago está situado a la derecha o a la izquierda. Es probable que se sientan confusos e incómodos. (...) Este caso es un ejemplo del motivo por el que Ozu-san consideraba caóticas las representaciones en el cine. Odiaba a los espectadores que insistían en sus puntos de vista egoístas. Advertía de que las expresiones cinematográficas eran meramente artificiales, y no dejaba de jugar con ellas. En este sentido, las películas de Ozu-san pueden considerarse espejos insólitos en los que los espectadores nunca se ven reflejados. (…)
Probablemente, Ozu-san mejoró su método de expresar el envejecimiento en Otoño tardío, un método que consiste en mirar al yo que envejece a través de la mirada propia. Si todos los incidentes del mundo son repeticiones y solo ligeramente diferentes, la única acción no repetitiva posible es la muerte humana. En este sentido, la mirada desde el otro lado en Cuentos de Tokio no es más que una ficción placentera que permite el sueño feliz de envejecer. Ozu-san perdió esa visión optimista cuando él mismo se hizo viejo.
Yoshida Kiju
en Ozu’s Anti-Cinema, Ann Arbor, MI: MPublishing, University of Michigan Library
2003. (traducción propia del inglés)