Operation Jane Walk
- 16 min.
Operación Jane Walk se basa en el shooter multijugador distópico “Tom Clancy’s: The Division”. En esta obra, se apropia la zona de guerra digital del juego mediante una operación artística. Siguiendo las reglas del juego, se reutiliza la ambientación militar para realizar un tour pacífico por la ciudad. Estos flâneurs urbanos evitan los combates cuando es posible y se convierten en turistas pacíficos de un mundo digital, que es una réplica detallada de Medio Manhattan. Mientras pasean por la ciudad postapocalíptica, discuten temas como la historia de la arquitectura y el urbanismo.
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Intersección 2024
Operation Jane Walk
Featherfall
How to Disappear
Deconstructing the Bridge
Superwonder
Versión lingüística:VOSEFormato:DCPRetrospectiva Total Refusal. Entrada gratuíta.
- Ano:2018
- Países de producción: Austria
Retrospectiva Total Refusal
Javier Trigales
El colectivo artístico Total Refusal se define en su web como un grupo de guerrilla pseudo-marxista de intervención y reapropiación artística de los videojuegos. Su importancia es capital cuando la industria del videojuego es el gran motor del entretenimiento capitalista a día de hoy. Los videojuegos necesitaban, como aparato audiovisual de trascendental importancia en nuestra sociedad, de una revisión o relectura crítica que no existía más allá de noticias de trazo grueso que los asocian a la violencia de cuando en cuando. La realidad (y esto es lo que muestra Total Refusal con su trabajo) es que los videojuegos no hacen más que explicar el funcionamiento del mundo. Lo que realmente ocurre en el interior de los juegos mundialmente famosos como Grand Theft Auto o Battlefield no es algo fácil de ver a primera vista, mientras caminamos enfrascados en misiones y objetivos varios. Cuando nos paramos y miramos es cuando empezamos a darnos cuenta de lo que nos rodea, cuando cae el velo de esa realidad artificial y comprobamos lo que hay detrás de la cortina de píxeles y de los unos y los ceros.
El propio nombre del colectivo, “Total Refusal”, ya es toda una declaración de intenciones: se niegan a seguir las reglas y utilizan estos videojuegos para resignificarlos y poner el foco en aspectos en teoría marginales, pero donde se esconde el verdadero corazón de la bestia. Los artistas se apropian de las imágenes en un ejercicio de found footage posmoderno, y las rescatan de lo mainstream utilizando sus propias armas: como si fuesen un grupo de gamers que transmiten sus partidas en directo, ellos no buscan ganar, si no huir de las misiones, eludir la violencia: la victoria por medio de la rendición. Entre medias, tienen tiempo para alabar el trabajo de los diseñadores gráficos del videojuego y de dar auténticas clases maestras de arquitectura urbana, historia, geopolítica y estudios sociológicos a través de dos personajes que aparecen como figurantes, pero que representan el clasismo social que sigue rigiendo el mundo. La de Total Refusal es una llamada a la rebelión, a hackear el sistema a través del error, de la negación, de contradecir órdenes. Como dicen ellos en uno de sus trabajos, can we start glitching?