Me gusta bailar pero no en el aire
Me gusta bailar pero no en el aire
- 50 minutos
Nawman como Billy el Niño
Zoilo como Pat Garrett
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Desencadres
blue(s) line(s)
Rostrojo
Flor r(ec)omp(on)iéndose
Aves del Paraíso (Arcadia version)
Me gusta bailar pero no en el aire
Presentación Libro de las aluzinaciones, de Julius Richard. Entrada gratis.
- Ano:2016
- Países de producción: España
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El niño es padre del hombre
Crítica del filme en el blog Navegando hacia Moonfleet
Extracto del Libro de las Aluzinaciones
Julius Richard
Traje un presente desde el Desierto Lacrimógeno. Traje un presente desde el Desierto Lacrimógeno para el Hombre Nuevo. Una película le traje al Hombre Nuevo desde el Desierto Lacrimógeno. Una película para el Hombre Nuevo. Una película inscrita en un círculo, en verdad una infinidad de ellos, un infinito no muy grande, en verdad, numerable, contables como los días los círculos, una película para el Hombre Nuevo que en el centro, inmóvil y blando, tiene un agujero, más oscuro que el resto, profundamente más oscuro el agujero inmóvil y blando en el centro que los otros centros inmóviles y círculos inmóviles, que se extienden, en la película del Hombre Nuevo, hacia afuera, cruzando rajas luminosas como palmas de la mano, la cartografía sobre la que los círculos se depositan y despliegan en la película del Hombre Nuevo que traje desde el Desierto Lacrimógeno, película con relieves, con cortes en la superficie, con pliegues que se hacen rugosos en los bordes y lisos en la zona de elevación, en el canto, una película que traje desde el Desierto para el Hombre Nuevo, para que la vea, para que se siente en ella, y coma y beba y fume y medite y toque la guitarra y haga las cosas que el Hombre Nuevo hace, una película que es infinitamente más vieja en el centro que en los bordes, infinitamente más vieja que el Hombre Nuevo, con un movimiento continuo, como de flicker y gusano de luz o agujero de gusano, como un Encuentros en la alta atmósfera de Sistiaga impresa en materia orgánica y serrinosa, una película con un parpadeo constante, hipnótica e hipnagógica la película para el Hombre Nuevo que traje desde el Desierto Lacrimógeno, una película revelada en madera, realizada con un sinnúmero de sobre-impresiones de capas que palpitan porque están efectivamente vivas, una película cuya materia prima es la vida, las alas de las mariposas blancas y también de las nocturnas y las hojas pútridas de los lirios, los quebrados huesos de los pájaros caídos del nido, cagados por una nube o devorados por el torbellino carnívoro que se alimenta de otros pájaros, las huellas de los animales impresas en la película del Hombre Nuevo que traje desde el Desierto Lacrimógeno, una película que en el espacio concentrado entre sus planos circulares alberga millones de granos de arena y sal, y como en Mothlight de Stan Brakhage, lo vivo te mira a los manojos, desde un centro inmóvil pero lábil que se mueve muy rápido, así en Brakhage, así en la película del Hombre Nuevo que traje desde el Desierto Lacrimógeno, una película para que la viera y se sentara en ella, una película con una altura, un peso, un volumen, un color, una película con todas esas cosas ineludibles, una película en la que estuvo apostado Billy el Niño, sentado y fumando, sentado y comiendo una manzana, pero que no era exactamente la película que trajera desde el Desierto Lacrimógeno, había un mar de piedras en el cielo, llovía en el Desierto Lacrimógeno desde donde trajera la película para el Hombre Nuevo, le llovió encima a la película, pero no importa, no le pasa nada a esta película, la del Hombre Nuevo, si le llueve encima, esta película hermosa, realizada con elementos pobres y vivos, con tiempo y polvo y madera, esta película que traje desde el Desierto Lacrimógeno para el Hombre Nuevo, esta película revelada con Sol, hidrógeno, oxígeno y carbón, esta película filmada, impresa, inscrita, proyectada en un tocón, para el Hombre Nuevo, para que se sentara sobre ella, que traje desde el Desierto Lacrimógeno, para el Hombre Nuevo, la película, el tocón, la lluvia.