
La momia
The Mummy
Peter Cushing, Christopher Lee, Yvonne Furneaux, Eddie Byrne, Felix Aylmer
- 88 min.
Una familia de arqueólogos británicos, los Banning, realiza el importante descubrimiento de una antigua tumba en Egipto. Un seguidor de esos dioses, con conocimientos en ocultismo, ordenará a la momia despertada al profanar el yacimiento, que persiga y asesine a esos hombres en venganza.
Remake del clásico de la Universal con Boris Karloff. Coge el testigo del no muerto un Christopher Lee cuya expresividad reside en sus ojos y en los movimientos que realiza. Esta versión es más física y violenta, lo que requirió mucho del actor. La cinta también exhibe, de manera muy abierta y hasta por momentos subrayada, una evidente crítica al colonialismo británico y al expolio realizado a otras culturas en su otrora vasto imperio.
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Terence Fisher / Christopher Lee: Drácula y otros monstruos
La momia
Versión lingüística:VOSEFormato:DCP -
Terence Fisher / Christopher Lee: Drácula y otros monstruos
La momia
Versión lingüística:VOSEFormato:DCP
- Ano:1959
- Países de producción: Reino Unido
- Guión: Jimmy Sangster
- Fotografía: Jack Asher
- Montaje: Bill Lenny
- Productora(s): Hammer Productions
Simbiosis de miedo: Hammer y el encasillamiento
Juan M. Corral (en ‘Christopher Lee & Peter Cushing: los caballeros del terror británico’, tbeditores, pp. 164-166)
Peter [Cushing] no comprendía por qué el póster de la producción mostraba una momia con un enorme agujero en su pecho por donde incluso pasaba un rayo de luz. El actor llamó al publicista para preguntarle sobre la cuestión, sobre todo después de descubrir que en el guión no se hacía referencia a ello en ninguna parte, y el hombre le respondió que los dibujos, normalmente, se solían exagerar echando mano de este tipo de detalles gráficos con el único motivo de vender la historia. La contestación no satisfizo a Cushing y entonces le preguntó a Fisher si podían variar el momento en el que el monstruo ataca el hogar de Banning, pues se le había ocurrido la posibilidad de mostrar al héroe atravesando a la momia con un arpón; de esta manera se justificaría la imagen del arte. El director aprovechó la idea de Peter para evocar el enfrentamiento entre Van Helsing y el Conde Drácula, consiguiendo una de las escenas indisolubles dentro del acervo hammeriano: la momia y Banning combaten utilizando un cúmulo de recursos de saltimbanqui, y el humano salva la vida sólo cuando la presencia de su mujer Isobel hace creer al enemigo que se encuentra delante de la reencarnación de su amada reina egipcia de Ananka.
De este modo, el guión fusiona el romanticismo presente en las motivaciones canallescas del vampiro con las de la momia, todo ello en una clave directamente violenta pero repleta de congoja, donde el erotismo no sirve para dulcificar ni la amargura ni los instintos asesinos de los dos mitos. Para lograr este efecto, además del virtuosisimo técnico de Fisher y del matiz delirante del guión de Sangster, hizo falta que Christopher Lee demostrara su don para la mímica. Lo que queda de humano en la momia es transmitido por el actor mediante el movimiento entristecido de sus ojos, fluyendo a través de la mortaja una sensación que provoca escalofríos en el espectador, y oscureciendo la célebre interpretación de Boris Karloff en la versión de la Universal.