Hechizo de luna

• Share on twitter
• Share on facebook

Loretta, viuda desde hace años, se va a casar con Johnny solo por comodidad y porque, tras mucho tiempo soltera, es el único hombre que se lo ha pedido. Cuando el pretendiente debe viajar de Nueva York a Sicilia para visitar a su moribunda madre, deja encargada a Loretta de invitar a la boda su hermano Ronnie, con el que no se habla. La mujer va a visitarlo y ese encuentro despertará en ambos sentimientos que anuncian complicaciones en las relaciones familiares.

Hechizo de luna es una de las comedias románticas más singulares de los ochenta-noventa. En la tradición ligera del género, destila sin embargo un estilo tan desprejuiciado y vivaz como punzantemente doloroso en torno a sus divagaciones sobre la naturaleza del amor y el sentido de la vida. Más allá de un guion de medidos diálogos y estructura, destacan en el filme las interpretaciones –Oscar y Globo de Oro para Cher y Dukakis, impresionante trabajo de un desatado Nicholas Cage– y una cuidada selección de temas musicales, en los que juega un papel muy relevante en la narración La bohème de Puccini. No solo articula esta obra un encuentro fundamental en el Met para Loretta y Ronnie, en el que confluyen las tramas de la película y se condensan sus temas, sino que en el triángulo amoroso podemos advertir también una transposición del argumento de la ópera, con efectos tan cómicos como desacralizadores.

Puccini representa con humor, como otros elementos italanizantes en el film, esa herencia de una comunidad que aún musita, en las calles de Brooklyn, algunas palabras en la lengua de sus abuelos, o que aún frecuenta ultramarinos que podrían encontrarse en Palermo. En su retrato de los italoamericanos de clase media en Nueva York, Norman Jewison juega con Hechizo de luna en la serie A, emparentándose con la obra de cineastas como Martin Scorsese, Francis Ford Coppola o Nancy Savoca.