The Fuckee’s Hymn

Al igual que Distinguished Flying Cross (2001), The Fuckee’s Hymn evoca la figura de William Wilkerson, un veterano de la guerra de Vietnam, un joven piloto de helicóptero cuyas condecoraciones sirvieron para camuflar un error del ejército estadounidense. Esta nueva película, quizás la más despiadadamente oscura y personal del autor, refleja la estructura de Distinguished Flying Cross, dividida entre un interior doméstico y un exterior devorado por los fantasmas del pasado. Al igual que la película anterior, el título está tomado de una de las canciones obscenas que a su padre le gustaba tararear. Pero William Wilkerson ya no está ahí para cantar, y es su hijo quien ahora recita la canción con su inimitable voz grave, profunda y mordaz: «Se subió a un campanario / Y meó sobre la gente / Y la gente no pudo mear sobre él / Sobre él. Que le jodan». The Fuckee's Hymn ataca la mitificación del veterano, las condecoraciones que convierten la barbarie en heroísmo, el poder letal de las historias que tergiversan la verdad de las guerras y las transforman en una carga inexpiable. Para Travis Wilkerson, las historias pueden matar y, sin duda, su padre murió porque lo convirtieron en héroe. La acogedora sala de estar donde dos hijos atentos se sentaban alrededor de su padre para escuchar sus relatos de hazañas y derrotas ha dado paso a una oscuridad inhabitable. A esta voz solo le queda vagar por bosques visitados por imágenes de guerra traídas a casa y desarmar estas historias con el corazón y con ira.