
Fantasía pasajera
Dekigokoro / 出来ごころ
Takeshi Sakamoto, Nobuko Fushimi, Den Obinata, Chouko Iida
- 100 min.
Hikashi y Jiro trabajan en una fábrica de producción de cerveza de un barrio popular de Tokio y comparten casa con el hijo del primero, Tomio, que asiste con interés a la escuela primaria. El padre, viudo, es un completo analfabeto borracho que lo cría, más que lo educa. Una noche, a la salida de un espectáculo de rōkyoku, se cruzan con Harue, una joven que está sin hogar ni trabajo. Hikashi decide ayudarla, pero Jiro piensa que eso solo les va a traer problemas. El primero se obsesiona con la chica y busca sus atenciones, llegando a desatender al pequeño Tomio, pero la mujer parece más interesada por Jiro, quien la rechaza.
El tema de la infancia vuelve a ser el foco de atención de Ozu, con el personaje de Tomio como el más centrado en un ambiente en el que los adultos toman decisiones erráticas y no atienden sus responsabilidades. Esta inversión del rol padre-hijo es algo que el realizador observó en su barrio de niño y que denuncia en esta comedia de tono grotesco, próxima al slapstick. El hijo despierta literalmente al padre ebrio a golpe de bate de béisbol y en una pelea entre ellos le da bofetadas durante más de medio minuto. Con todo, estas personas de corazón vagabundo, que a menudo toman decisiones desastrosas, son retratadas con cariño por Ozu, que intenta plasmar el contexto en el que se crió junto con uno de sus habituales guionistas, Takao Ikeda, de origen similar. Mientras que los diálogos muestran una pronunciada ironía, aligerando la carga dramática del argumento, otros intertítulos están narrados en pasado y con enunciaciones propias de un cuento clásico, lo que confiere a la trama cierto tono de fábula.
- Ano:1933
- Países de producción: Japón
- Guión: Takao Ikeda, Yasujirô Ozu
- Fotografía: Hideo Shigehara, Shojiro Sugimoto
- Montaje: Kazuo Ishikawa
- Productora(s): Shōchiku
Una cuestión que me ha ampliado el mundo: reflexiones sobre Corazón vagabundo
Yasujirô Ozu
He acometido esta película, al final de la era del cine mudo, para tratar de abrir nuevos horizontes desarrollando a posteriori algunos temas de la vida de la gente común, a la que siempre he retratado.
Ya no podía con el clima deprimente de la vida cotidiana de Japón, y quería abrirme a todo lo que fuese «moderno». Hasta el dentífrico, o el jabón, y todos los objetos insignificantes que se utilizan en escena eran productos de importación. Escribí el guion en un hotel. Al pensar en ello ahora he visto que mi actitud fue un poco snob. Pero intenté hacer que el público percibiera en una película muda las novedades del cine sonoro.
Dejando aparte que los resultados fueran buenos o no tanto... lo que yo quería que se entendiera era mi intención subyacente de mostrar, por así decirlo, una ukiyoe [xilografía en color] como si fuese un aguafuerte.
En La poética de lo cotidiano. Escritos sobre cine, de Yasujirô Ozu (ed. Gallo Nero, 2017). Orixinalmente publicado en Kinema Junpo, número especial de marzo de 1958.