
El sabor del sake
Sanma no aji / 秋刀魚の味
Chishû Ryû, Shima Iwashita, Keiji Sada, Mariko Okada
- 113 min.
Shubei Hirayama es un viudo que vive con su hija de 24 años, Michiko. Se siente viejo y acabado, pero llega a la conclusión de que la chica deber vivir su vida, sin tener la obligación de cuidarlo permanentemente. A pesar de la resistencia de Michiko a abandonar a su padre, Shubei decide que se ha de casar con Miura, un joven por el que se siente atraída. Pero Miura ya está comprometido.
- Ano:1962
- Países de producción: Japón
- Guión: Kôgo Noda, Yasujirô Ozu
- Fotografía: Yûharu Atsuta
- Montaje: Yoshiyasu Hamamura
- Productora(s): Shochiku
El sabor del sake
Shigehiko Hasumi
En esta celebración del centenario de Yasujirô Ozu, me gustaría hablar, no de las sonrisas que evocan sus películas, sino de la ira que en ellas se representa. Aunque a menudo se ha descrito a las mujeres de Ozu como modelos de virtud femenina, quiero señalar, en cambio, los gestos de indignación que muestran esas mujeres, y mostrar así los aspectos modernos de la puesta en escena de Ozu. (…)
En El sabor del sake, Shima Iwashita aparece planchando con una toalla a rayas rojas y azules alrededor del cuello. El jardín que se ve a través de la puerta de cristal ya está envuelto en la oscuridad nocturna. No hay nadie más de la familia presente, pero cualquiera que vea a esta mujer trabajando con ahínco tendrá una sensación de desequilibrio. Para Ozu, las toallas son normalmente accesorios para hombres; llevar una toalla al cuello no es una apariencia adecuada para una mujer soltera. Esta mujer es hija de una familia que perdió a su madre muy pronto. Aunque ahora está en edad de casarse, sigue cuidando de la casa de su padre viudo. En este sentido, el personaje de Iwashita es una extensión de la imagen femenina definida por las mujeres casaderas interpretadas por Setsuko Hara como las heroínas llamadas Noriko. (...) Entonces, ¿qué ocurre con Shima Iwashita en El sabor del sake?
(…) Cuando el padre interpretado por Chishû Ryû vuelve a casa, tropieza con su hija que plancha de una forma que demuestra claramente que ha bebido más de lo habitual. Apoyado en la mesa baja, se deja caer y mira fijamente a su hija con dureza. Cualquiera que haya seguido la historia reconocerá inmediatamente lo que significa su torpe actitud. Acaba de ver la lamentable vida de su antiguo profesor de instituto, que ha envejecido junto a una hija que perdió la oportunidad de casarse. (…)
Molesto por la fría respuesta de su hija, el padre le dice que venga a sentarse con él. Ozu comienza esta escena con planos desde dos distancias diferentes. En el primero, la cámara muestra a la hija desde una distancia considerable mientras termina de planchar, dobla la colada, se levanta y se acerca a su padre. Cuando está a punto de sentarse, la cámara cambia a un primer plano del busto de la hija, extrañamente inexpresiva. En el segundo plano, inclina ligeramente la cabeza y se quita rápidamente la toalla del cuello.
Al revelar tanto los encantos femeninos de la hija como su decisión de rechazar a su padre, ese breve gesto atrapa el corazón del espectador. La tragedia de El sabor del sake es que el padre no es lo suficientemente perspicaz como para reconocer el enfado de su hija, expresado en su gesto de tirar la toalla. No podemos perdonar su insensibilidad solo porque esté interpretado por Ryû; Ozu ha dirigido claramente esta escena desde el punto de vista de la hija profundamente herida.
Shigehiko Hasumi
en ‘Ozu’s Angry Women’, publicado en Rouge (2004). Traducción propia del inglés.