El día de la desesperación
O Dia do Desespero
Teresa Madruga, Mário Barroso, Luís Miguel Cintra, Diogo Dória
- 75 minutos
Retrato de los últimos días del escritor romántico portugués Camilo Castelo Branco.
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Copia cedida por la Cinemateca Portuguesa.
- Ano:1992
- Países de producción: Francia, Portugal
- Guión: Manoel de Oliveira
- Fotografía: Mário Barroso
- Montaje: Manoel de Oliveira, Valérie Loiseleux
- Productora(s): Madragoa Filmes, Gemini Films
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Manoel de Oliveira: maestro maldito del cine portugués
Artigo de Joseph B Macgregor (Cine Maldito), con capítulo dedicado a O Dia do Desespero, sobre a obra do autor.
Fragmento do filme
Versión orixinal subtitulada ao español.
Conversaciones con Manoel de Oliveira
Antoine de Baecque e Jacques Parsi
Con Amor de Perdição, en 1978, se establece el encuentro con la obra y el personaje de Camilo Castelo Branco. Al fin y al cabo, un encuentro bastante tardío.
Camilo es una figura muy importante en la literatura portuguesa. Amor de Perdição es, en mi opinión, un gran libro. Camilo era la lectura de cabecera de José Régio. Lo admiraba inmensamente. Mucho antes, ya él, en una o dos ocasiones, me había desafiado a hacer Amor de Perdição, pero yo era joven y estaba atraído, digamos, por el “avant-garde”. No le escuché.
Cuando vi el filme de António Lopes Ribeiro, en 1943, exactamente un año después de Aniki-Bobó, aquello no me dijo nada. Me parecía algo de viejos. Necesitaba algo que estuviese vivo.
Por fin, al rodar O Passado e o Presente, que era un filme irreverente, comprendí cómo llegar a Camilo Castelo Branco. Tenía, por entonces, ya una visión nueva. Hice un guion y lo confronté, como con Benilde y O Passado e o Presente, con un texto que necesitaba transformar en narrativa. Intenté, primero, hacer algo como O Passado e o Presente, después acabé por aceptar el documento literario como tal. Ya había visto el filme de Straub e Huillet, Crónica de Anna Magdalena Bach, y quedé seducido por su puesta en marcha. De repente, vi el libro con otros ojos. (...)
Volviendo a Camilo Castelo Branco, es bastante raro ver un personaje pasar de un filme a otro. Casi solo Truffaut lo hizo con Antoine Doinel. ¿Por qué integró en su obra la presencia, de un filme a otro, de un escritor que está ahí como personaje, en Francisca y después en O Dia do Desespero?
No lo hice con un propósito deliberado. Camilo, por su obra y vida, es una figura bastante extraña. Es un gran escritor cuya vida fue aventurera y romántica. Ya he pensado en contar su vida romántica y novelesca en un filme. Tal vez lo haga un día. Cuando tenía cerca de veinte años, se apasionó por una mujer que murió poco tiempo después, cuando estaba lejos de ella. Quiso volver a verla una última vez y mandó abrir el ataúd. Era un espíritu bastante complicado, bastante rico. Hombre político y polémico, su vida fue muchas veces amenazada. El rey, que tenía consideración por él, fue a visitarlo a la prisión de Porto, cuando fue prendido por adulterio. (...)
Camilo es un personaje muy conocido por los portugueses.
A pocos intelectuales les gusta verdaderamente Camilo. En general, se le oponen y prefieren a otro romántico contemporáneo, Eça de Queirós. Personalmente, a mí me gusta menos. Eça es un perfeccionista. Su obra es más equilibrada que la de Camilo, que escribía muchas veces para ganarse la vida, que escribió cosas formidables, pero que no trabajaba mucho. Su escritura le salía de modo repentino. Eça, por el contrario, trabajaba sus frases, pero no poseía la profundidad de Camilo. Reconocía que le faltaba, a veces, asunto: “sé escribir bien, ¿pero qué?”
En de Baecque, Antoine e Parsi, Jacques, Conversas com Manoel de Oliveira, Campo das Letras, 1999, pp. 173-178