Double Tide

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Dos veces al día, la mariscadora arrastra el trineo pesado que usa para su trabajo en las marismas. Una vez, cuando el sol ilumina el paisaje al amanecer y por segunda vez, cuando lo hace en colores brillantes al atardecer. Pasa 45 minutos haciendo su camino desde la orilla hacia la inmensidad que dejó la marea baja, y luego otros 45 regresando a la orilla, 45 minutos durante los cuales la imagen plana de la pantalla se expande en la profundidad del espacio. Ella camina lentamente a través del agua, inclinándose cada par de metros para enterrar sus manos enguantadas en el barro. El ruido de la succión tiene algo intensamente corporal en comparación con el piar lejano de los pájaros y el sonido ocasional de la bocina de un barco que hace eco a través de la niebla. Antes de que la mariscadora traiga las almejas a la orilla, quita cuidadosamente todo el lodo de su trineo. Double Tide, la cuarta película de Sharon Lockhart sobre el trabajo (después de Nō, Lunch Brake y Exit), nos presenta una forma de trabajo del que la mayoría de nosotros somos tan poco conscientes o cómo de que solo hay muy pocos días en los que las mareas se dan dos veces durante las horas del día en Maine. La representación de un trabajo físicamente exigente se vincula extrañamente con las imágenes poéticas del paisaje, como dos imanes que se atraen y se repelen entre sí al mismo tiempo. (Stefanie Schulte Strathaus)