Demasiado cerca
Tesnota
Darya Zhovner, Olga Dragunova, Veniamin Kac, Atrem Cipin, Nazir Zhukov
- 118 minutos
Una familia judía recibe una nota de secuestro, pidiendo un rescate tan alto por sus allegados que se ven obligados a vender su pequeño negocio y buscar ayuda.
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Cineclube Padre Feijoo
Demasiado cerca
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Tan cerca que quema
Crítica de Víctor Blanes Picó en El antepenúltimo mohicano
Trailer del filme
Versión original subtitulada
Kantemir Balagov: "Mi película está muy ligada a la cultura caucásica"
Entrevista de Jaime Iglesias (suplemento Metrópoli, El Mundo)
En el pasado festival de Cannes, el desconocido Kantemir Balagov (Nalchik, República de Kabardia-Balkaria, 1991) deslumbró con Demasiado cerca, su ópera prima. Con esta cinta, producida por Aleksandr Sokúrov, se hizo con los principales premios de la sección Un Certain Regard. La película cuenta la desintegración de una familia caucásica, sacudida por un terrible acontecimiento, como reflejo de la descomposición de las estructuras sociales soviéticas en los albores de la guerra de Chechenia.
¿Qué tiene la institución familiar para ser una fuente de inspiración recurrente para tantos cineastas?
Muchas posibilidades. En este caso sirve como motor para el conflicto principal de la trama, que son los intentos de Ila por escapar de un escenario que a ella le resulta asfixiante porque no le ofrece garantía de futuro. En una familia caucásica y judía como la suya, los roles están prefijados y hay poco espacio para el desarrollo de las propias inquietudes individuales.
¿Por qué decidiste ambientarla a mediados de los años 90?
Para mí cobraba más sentido si sucedía al mismo tiempo que la guerra de Chechenia. Las incertidumbres que generó la desintegración de la URSS, su desmembramiento en pequeños territorios y ese clima bélico que se respiraba en la región encuentran reflejo en mis personajes.
¿Dirías entonces que se trata de una historia local o universal?
Mi película está muy ligada a la cultura caucásica. Cuando la presenté en Cannes me preocupaba poder explicarle al mundo la singularidad de la región de donde procedo. Para mí era muy importante, casi tanto como convertirme en referente para que otros jóvenes de la zona se animen a hacer cine y hablen de nuestros problemas.
¿Qué ha supuesto debutar en el cine apadrinado por Aleksandr Sokúrov?
Sokúrov, más allá de producir la película, ha sido una figura tutelar. A su lado he crecido como cineasta y como persona. Él me ha educado, me ha hecho evolucionar, me ha dado formación y muchísima confianza, algo que para un director debutante resulta determinante. Y más en Rusia. En mi país, por desgracia, los jóvenes directores suelen ser mirados con recelo.