Como en un espejo
Såsom i en spegel
Harriet Andersson, Gunnar Björnstrand, Max von Sydow, Lars Passgard
- 91 minutos
Karin deja el psiquiátrico en que está internada para ir a pasar un tiempo con su familia, que vive en una isla remota. Allí comienza a distanciarse de la realidad, al creer que la visita Dios.
- Ano:1961
- Países de producción: Suecia
- Guión: Ingmar Bergman
- Fotografía: Sven Nykvist
- Montaje: Ulla Ryghe
- Productora(s): Svensk Filmindustri (SF)
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He visto a Dios
Crítica en Tiempo de cine por Juan Carlos González
Ingmar Bergman: God is Silent
Ensayo fílmico con extractos de varias películas de Bergman sobre la idea del silencio de Dios.
Como en un espejo
Fundación Ingmar Bergman
El primer borrador de lo que acabaría siendo Como en un espejo se encuentra en forma de nota en la última página del guion de Bergman para el filme precedente, El manantial de la doncella. Empieza con las palabras: “EL PAPEL PINTADO EN LA PARED. Ella, que es pequeña, crea una historia sobre la habitación con el misterioso papel. Un día la pone a prueba”.
Harriet Andersson da vida a Karin. Su rol en Un verano con Mónica fue su gran irrupción, y el personaje citado constituiría su segundo papel destacable. Gunnar Björnstrand interpreta al padre, un escritor que usa la psicosis de ella en sus novelas. De los cuatro actores en esta pieza de cámara, Lars Passgård es definitivamente el principiante del grupo. Con solo 18 años, se enfrentó a los retos de identificarse con una madre muerta, un padre distante y con impulsos de suicidio y una hermana mayor demente, que además abusa de él.
Como en un espejo es habitualmente citada como la primera parte de la trilogía de Dios y el hombre, de la que Los comulgantes y El silencio forman la segunda y tercera parte respectivamente. El filme fue la segunda colaboración completa de Bergman con Sven Nykvist y el primero de los que rodó en Fårö. Fue, de hecho, Nykvist quien recomendó la isla a Bergman.
Harriet Andersson comentaría después respecto del rodaje del filme: “Por aquel entonces los planos exteriores llevaban su tiempo, y se nota. Hay algunos travelings exageradamente largos que requirieron un importante trabajo de raíles. Hoy en día se camina por ahí con estas cámaras enanas, no me extraña que ya non se necesiten raíles”.
Como en un espejo fue la contribución sueca a la Bienal de Venecia en 1962. Ganó el Oscar a la mejor película extranjera ese mismo año.