
Carmiña, flor de Galicia
Maruja del Mazo, Irene Salazar, Juan Muñoz del Río, Eduardo Prados
- 95 minutos
Carmiña, una joven que vive con su padrastro en la aldea de Almedo, es amada en secreto por Martiño. A esta relación se opone su tutor, que pretende redimirse de la pobreza con una boda de Carmiña. Un día llega a Almedo Armando Rodríguez, conde de Vindey.
Digitalización 4K realizada a partir de los materiales en 35mm conservados en la Filmoteca de Galicia y financiada por la Unión Europea, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), como parte de la respuesta de la Unión Europea a la pandemia de COVID-19.
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Materiais para unha historia do cine en Galicia
Carmiña, flor de Galicia
Versión lingüística:MudaFormato:DCPEntrada gratuíta.
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- Ano:1926
- Países de producción: España
- Guión: Antonio Rey Soto
- Fotografía: Antonio Vistarini, Manuel Lamartín
- Productora(s): Hispánica Film Ltda.
Carmiña, flor de Galicia
José María Folgar de la Calle
Rino Lupo es (...) un cineasta italiano calificado por Pérez Perucha de "trotamundos" por el recorrido europeo que llevó a cabo: París, Copenhague, Moscú, Varsovia, Porto, Lisboa, San Sebastián, hasta que aparece en Galicia, en Vigo, en concreto, después de conseguir financiación en Madrid para rodar CARMIÑA, FLOR DE GALICIA, a imitación de MULHERES DA BEIRA (1921).
(...) Hay [en la opinión de Perucha] elementos de crítica social, la opresión del campesinado gallego por los aristócratas propietarios de las tierras que trabajan con la certeza de que es imposible alejarse de su pobreza endémica, las grandes diferencias entre la vida de esos labradores y la vida de los señoritos en una ciudad, la presencia de símbolos religiosos como referentes de las actitudes campesinas. (...)
Lupo, que filmó los interiores en los estudios Invicta de Porto, tuvo como colaborador a Antonio Rey Soto, y este escritor supo introducir en los rótulos algunos comentarios lo suficientemente críticos que rompen esa imagen idílica que nos quiere transmitir la publicidad del film. Es bastante probable que en este caso se produjera una influencia de Basilio Álvarez (1877-1943), amigo de Soto, caracterizado por su activismo agrarista, y por sus enérgicas diatribas antiforais. Sin embargo, en este aspecto, la salida del filme no fue idónea, teniendo en cuenta la abolición que de esas cargas hace en 1926 el gobierno de Primo de Rivera (...).
(...) la película utiliza el paisaje como reflejo de la psicología de los protagonistas (lo que la relaciona con prácticas cinematográficas foráneas), no como telón pictórico para la historia. Las alusiones a las penosas condiciones de vida son directas: la emigración a América se ve como una esperanza de mejora, pero también como una experiencia desgarradora. Por otro lado, las relaciones familiares aldeanas no son presentadas bondadosamente: Carmiña vive con un padastro que la maltrata. En la ciudad, se destaca la futilidad de la vida de los señoritos: conversando en los clubes, y atentos la cualquier aventura amorosa. Es, por lo tanto, una visión atípica de Galicia, y quizás un poco adelantada a su tiempo.
En ‘O cine silencioso en Galicia ata a aparición do sonoro’, en Historia do cine en Galicia, José Luis Castro de Paz (ed.) (Vía Láctea Editorial, 1996). pp. 88-90