Barren Illusions
Ôinaru gen'ei / 大いなる幻影
Shinji Takeda, Miako Tadano, Tarō Suwa, Naoki Yamamoto, Yasui Yutaka, Masamichi Matsumoto, Akiko Ohku, Shinji Aoyama
- 94 min.
Los jóvenes Haru (productor musical) y Michi (trabajadora en una empresa de mensajería) intentan sobrellevar una relación amorosa en la sociedad distópica en la que viven. En ella, los seres humanos son presa del hastío e incapaces de mostrar sus verdaderos sentimientos si no es por medio de la violencia, la locura y el odio.
Foto ©Euro Space, The Film School of Tokyo
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Kiyoshi Kurosawa: La venganza de la soledad
Barren Illusions
Versión lingüística:VOSGFormato:35mm.Entrada de balde.
- Ano:1999
- Países de producción: Japón
- Guión: Kiyoshi Kurosawa
- Fotografía: Takahide Shibanushi
- Montaje: Masahiro Onaga
- Productora(s): Eurospace, Film School of Tokyo, Japan Sky Way
Crítica del filme
Derek Elley (Variety, año 2000)
(…) justo cuando las largas tomas y los diálogos monosilábicos empiezan a resultar pesados, y el discreto humor se agota, Kurosawa empieza a remover el caldo. Una mujer espectral se aparece ante Michi y le dice: «¿Por qué nadie hace nada?», recordando la terrible advertencia («Restableced las reglas del mundo») que hace el secuestrador al principio de Charisma, también de Kurosawa. De repente, uno se da cuenta de que «Illusion» es esencialmente una continuación de esa película anterior, pero posterior al milenio, en lugar de anterior: la sociedad humana todavía no lo ha entendido y sigue desfasada con respecto al mundo natural. (…)
En algunos aspectos, la película es la versión de Kurosawa de «Pierrot le fou», con la que los paralelismos se hacen más evidentes a medida que avanza la trama. La película de Godard tenía la energía brillante de los años 60 y era una parodia evidente, pero la evolución de la pareja romántica de ambas películas es la misma: huir de una vida y una sociedad desarticuladas para intentar encontrar una especie de utopía junto al mar. Kurosawa también añade su propio mensaje: en el amor, como en la vida, la acción positiva es la única alternativa a un largo y lento deslizamiento hacia la pérdida y la destrucción.
Con un presupuesto reducido pero bien confeccionada, la película fue rodada en parte por estudiantes de la Escuela de Cine de Tokio, donde Kurosawa ha impartido clases desde su inauguración hace dos años.