
Salve María
Laura Weissmahr, Oriol Pla, Giannina Fruttero, Belén Cruz, Julie Maes
- 111 min.
Maria, una joven escritora que acaba de ser madre, se topa con la noticia de un suceso estremecedor: una mujer francesa ha ahogado a sus gemelos de 10 meses en la bañera. Maria se obsesiona con la infanticida, ¿por qué los mató? A partir de ese momento, la sombra del infanticidio la acechará como una vertiginosa posibilidad.
-
-
Close-Up: cine y perspectiva de género
Encontro con Mar Coll
Salve María
Versión lingüística:VOSEFormato:DCPEntrada gratuíta.
-
- Ano:2024
- Países de producción: España
- Guión: Mar Coll, Valentina Viso
- Fotografía: Nilo Mur
- Montaje: Aina Calleja
- Productora(s): Escándalo Films
-
Mar Coll: "Como hijo siempre piensas que tus padres han sido bendecidos por tu llegada. No es así siempre"
Entrevista por Leticia Blanco (El Periódico)
Trailer
VOSE
Crítica del filme
Carlos Losilla (Caimán. Cuadernos de Cine)
Tercer largometraje de Mar Coll, después de Tres días con la familia (2009) y Todos queremos lo mejor para ella (2013), si dejamos aparte sus posteriores trabajos para la televisión, no diré que Salve Maria suponga un cambio de rumbo en su filmografía, pero sí que añade matices que obligan a verla desde otra perspectiva. Digamos que el naturalismo transparente de sus primeros filmes se torna aquí algo más ambiguo e ilocalizable, también más desconcertante. Digamos que lo objetivo y lo subjetivo se entrecruzan de manera inesperada construyendo un punto de vista que no parece pertenecer a nadie –ni siquiera a su propia autora– y que procede del exterior, de un espacio neutro e inquietante. Y digamos, en fin, que todo eso da lugar al intento de representar una conciencia alterada, entre la enfermedad más o menos definida y la monstruosidad desatada, que termina situándonos al borde del abismo. La historia de Maria (espléndida Laura Weissmahr), una joven novelista desbordada por su reciente maternidad y fascinada por otra progenitora que acaba de ahogar a sus dos hijos –y que la persigue desde el televisor, la prensa e internet–, va evolucionando hasta dejar a la protagonista cara a cara consigo misma y sus fantasmas, en una de las travesías mentales más perturbadoras del último cine español. He aquí un film, pues, sobre el hecho de ser madre, desde tantos ángulos distintos que resulta inabarcable, pero también sobre las relaciones entre biología y escritura. Mientras Maria se enfrenta a su bebé como si se tratara de un desafío que debe superar, también debe lidiar con su bloqueo creativo, que solo se resolverá cuando las palabras surjan como llamas de ese conflicto interno que la atormenta. Por supuesto, el entorno de la protagonista y la debilidad de su pareja, que ni siquiera se da cuenta de lo que sucede, influyen en su evolución. Pero lo que le interesa a Coll es la representación de ese infierno en imágenes, cómo se convierte en un ‘texto’ cuyo rastro es imposible seguir: la nueva novela que escribirá a partir de esas experiencias parecerá que emane de un cuerpo que el film lleva al límite de su resistencia.
Mar Coll y su guionista, Valentina Viso, se dejan arrastrar por ese desmoronamiento psíquico, inspirándose en una novela de Katixa Agirre, e intentan encarrilarlo en una mixtura en la que la experimentación y el género pretenden darse la mano. La primera se basa en varios referentes –Polanski, por supuesto, sería el principal– e intenta encontrar una forma visual en la que no se distingan las fronteras, en la que nunca sepamos si nos encontramos en el exterior de la representación o en el interior de la cabeza de Maria. La otra madre que parece perseguirla podría ser real o fruto de su imaginación, por lo menos algunas de sus palabras y reacciones, a la vez que elementos como el cuervo que entra en su casa al principio se sitúan en el límite de la percepción, tanto para la protagonista como para la audiencia. En cuanto al género, va tomando forma, como si se tratara de un film de terror, a medida que la propia película va perdiendo el control sobre la psicología de su protagonista.