Umbracle
Christopher Lee, Jeanine Mestre
- 85 min.
Al igual que Vampir-Cuadecuc, esta película se articula sobre dos ejes fundamentales: la indagación sobre los modos de representación cinematográficos y la imagen crítica de la España oficial, la del franquismo. Montaje de atracciones y brechtianismo en dosis fuertes. Umbracle se compone de fragmentos (algunos de archivo) que resuenan, más que progresan, por encadenamientos insólitos, con escenas de dejá vu que siempre prometen algo más, pero permanecen tensamente inacabadas. Jonathan Rosenbaum dijo: “Pocos directores después de Resnais han jugado de forma tan despiadada con las expectativas narrativas inconscientes para molestarnos”. Aprendiendo del extrañamiento que Rossellini provocaba arrojando actores conocidos en escenarios salvajes del sur de Europa, Portabella hace deambular a Christopher Lee por una Barcelona de ensueño. Con toda seguridad, el film estructuralmente más complejo y el más profundamente político de Portabella, dotado de una poesía feroz.
- Ano:1972
- Países de producción: España
- Guión: Pere Portabella, Joan Brossa
- Fotografía: Manel Esteban
- Productora(s): Films 59
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Pere Portabella. Destrucción de universos míticos en el seno del franquismo.
Juan Miguel Company Ramón, Francisco Javier Gómez Tarí (en el libro ‘Historias sin argumento. El cine de Pere Portabella’)
Fragmento del filme
Sin diálogos
Extracto de la crónica del festival de Cannes en The Village Voice
Jonathan Rosenbaum
Por segundo año consecutivo, el filme más audaz que he visto en Cannes ha sido el trabajo de Pere Portabella. Umbracle (1972), una declaración polifacética de desesperación política frente a la España franquista que se presenta bajo una apariencia mucho más ambiciosa e indefinida que el filme Vampir-Cuaducuc (1970) del año pasado e incluso, más difícil de clasificar. La imaginaria espectral y espeluznante de Vampir-Cuadecuc –imágenes ligeramente sobreexpuestas con tonos blancos y grises sangrantes, donde la luz casi parece proceder de otra edad u otro planeta– pervive, en parte, en el nuevo filme, cuando Christopher Lee realiza viajes alucinantes por Barcelona, o visita museos de pájaros disecados en jaulas de cristal.
La evolución mostrada por Portabella en sus tres obras – desde Nocturno 29 (1968) hasta Vampir-Cuadecuc (1970) y Umbracle revela el nacimiento y las cualidades de uno de los estilos más personales del cine actual. ¿Cómo podemos clasificar estos filmes? ¿Son películas de terror, declaraciones políticas, estudios formales de la relación entre sonido e imagen, homenajes al cine mudo, ensoñaciones personales o retratos lacónicos de la España contemporánea? Hasta cierto punto, cada una de las obras de Portabella es un compendio de todo esto. Umbracle, por su parte, es el film de Portabella más conmovedor y más conseguido hasta la fecha. Aquí encontramos una síntesis de los mejores logros de sus producciones anteriores, ya que une la libertad y la variedad de Nocturno 29 (del que este es, en muchos aspectos un remake de mayor calidad) con el rigor y la simplicidad de Vampir-Cuadecuc.
Incluso si Umbracle es el más provocador de sus filmes, también es el que mejor admite el análisis y la paráfrasis. La dicotomía ingeniosa y la dialéctica entre el sonido y la imagen en Vampir-Cuadecuc va más allá, hasta convertirse en un golpe agresivo a las expectativas narrativas del inconsciente del/la espectador/a. La rutina infinita de las mujeres y de la música parece suspendida y muestra una enorme analogía con la España contemporánea y el esfuerzo de Portabella para salir de este círculo vicioso se convierte en el ímpetu que se vislumbra detrás de las energías impulsoras y torturadas del filme.
Tradución ao castelán de Films 59.