
La noche
La notte
Marcello Mastroianni, Jeanne Moreau, Monica Vitti, Bernard Wicki, Rosy Mazzacurati
- 122 min.
Giovanni, un escritor de éxito, y Lidia son un matrimonio burgués desencantado. Una noche visitan a un amigo hospitalizado por una enfermedad terminal. Después acuden a la fiesta de presentación del nuevo libro de Giovanni, aunque Lidia decide salir a pasear por la ciudad. Más tarde asisten juntos a la fiesta de un millonario, en la que Giovanni flirtea con la hija del anfitrión y Lidia con un playboy. Pero nada les ayuda a escapar de la insatisfacción y el aburrimiento.
- Ano:1961
- Países de producción: Italia
- Guión: Michelangelo Antonioni, Ennio Flaiano, Tonino Guerra
- Fotografía: Gianni Di Venanzo
- Montaje: Eraldo Da Roma
- Productora(s): Nepi Film, Sofitedip, Silver Films
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‘La notte: Modern Love’ (artículo en inglés)
Richard Brody (Criterion)
LA NOCHE: La trilogía de Antonioni
Análisis del filme por Chohe Cine
La enfermedad de los sentimientos
En ‘Para mí, hacer una película es vivir’, Michelangelo Antonioni (Paidós, 2002)
Siempre me he preocupado de intentar dar, a través de un particular compromiso figurativo, una mayor sugestión a la imagen, para hacer que una imagen compuesta de un modo particular me ayudara a decir lo que quería decir con aquel plano, y ayudara al mismo personaje a expresar lo que debía expresar, y crease además una relación entre personaje y fondo, es decir, lo que hay detrás del personaje. Creo, decía, que me he liberado realmente de todo esto. En cierto sentido, mi última película, La noche, ha sido reveladora para mí.
En una entrevista que me hizo un periódico francés, me preguntaron: "¿Cómo ha llegado a hacer este argumento?". He de decir que no he pensado nunca en cómo llegué a hacer La noche. Porque nunca se piensa en cómo se hace un argumento; el argumento se escribe, te viene a la cabeza. En cambio, reflexionando acerca de esta pregunta he hecho un pequeño descubrimiento personal. A saber: yo he comenzado a pensar en todos mis argumentos mucho antes de realizarlos. (…) El argumento de La noche lo escribí antes de La aventura, pero no me convencía mucho. (…) Volví sobre este argumento algunos años más tarde y escribí lo que luego iba a convertirse en La noche.
(…) este final [el de La aventura] se puede considerar pesimista a medias y optimista a medias. Georges Sadoul ha hecho un pequeño descubrimiento, que luego coincidía —cuando me lo dijo— con las intenciones con las que rodé el último plano de la película. No sé si lo recordáis. Se ve, por una parte, el Etna blanco de nieve, y por la otra un muro. El muro corresponde al hombre y el Etna corresponde un poco a la posición de la mujer. Por lo tanto, el fotograma está exactamente dividido en dos; la mitad del muro corresponde a la parte pesimista, mientras la otra mitad corresponde a la optimista. La relación entre los dos no sé si durará o no, pero ya es un resultado que estas dos personas no se separen. Ya es un resultado que la muchacha no huya del hombre, sino que siga allí y le perdone. También porque, en cierto sentido, se descubre un poco como él. Aunque sólo sea porque, desde el momento en que supone que Anna ha vuelto, también ella siente ese terror: tiene miedo de que haya vuelto, tiene miedo de que siga viva; por lo tanto, también en ella ha terminado el sentimiento de la amistad, como ha terminado en él el amor por la muerta y quizá se esté corrompiendo lo que siente por ella. Sin embargo, ¿qué otra cosa puede hacer sino seguir a su lado, si no es este trait d'union de la piedad, precisamente, que es también un remedio? En La noche, los personajes van un poco más allá. En La aventura sólo se comunican a través de este trait d'union de la piedad; no hablan. En La noche los personajes se hablan, comunican, son conscientes de lo que les está ocurriendo. Pero el resultado no cambia. Por parte del hombre hay hipocresía (y aquí el discurso iría un poco más allá): rechaza la conversación precisamente porque sabe que si aceptase hablar en ese momento, sería el fin. Pero también esto es un modo de querer que la relación continúe; por lo tanto, es el lado más optimista de la situación el que aparece.